Educar en la adolescencia: la ponencia de Jordi Nomen en la Charla Divulgativa de la Fundació Impulsa.

Jordi Nomen, reconocido profesor de filosofía y experto en educación emocional y pensamiento crítico, fue el ponente de la novena Charla Divulgativa organizada por la Fundació Impulsa. Bajo el título Cómo hablar con adolescentes y que nos escuchen, la sesión reunió virtualmente a familias, docentes, mentores y profesionales de la educación con el objetivo de reflexionar y aprender herramientas para mejorar la comunicación con los jóvenes.

“Los adolescentes no son seres de otro mundo, son seres de nuestro mundo”, comienza Nomen en su intervención.

Adolescencia: un viaje hacia la autonomía

Con una metáfora inspiradora basada en el poema de William Ernest Henley, Nomen compara el paso por la adolescencia con una travesía marina, donde cada joven debe aprender a navegar por aguas llenas de incertidumbre, equipado con una brújula emocional y racional, y con un puerto-proyecto hacia donde dirigirse.

“Educar —dice— es ayudarles a ser capitanes de su propia alma: aprender a gestionar impulsos, tomar decisiones con sentido y aceptar que no se puede controlar el viento, pero sí orientar las velas.”

Romper los mitos sobre la adolescencia

Nomen dedica parte de su intervención a desmontar 10 mitos muy extendidos sobre la adolescencia: que han perdido la infancia, que solo buscan el conflicto, que ya no necesitan a la familia, que son irresponsables o que están esclavizados por la tecnología. Según Nomen, hay que dejar atrás estas visiones estigmatizadoras y entender que la adolescencia es una etapa fundamental del desarrollo humano, llena de vulnerabilidad, pero también de potencial y aprendizaje.

Comprender el mundo adolescente

A través de 15 puntos clave, Jordi Nomen ofrece una mirada profunda al mundo interior de los adolescentes, desde el peso de la responsabilidad que sienten, hasta la presión social, la construcción de su identidad, las primeras veces o su necesidad de experiencias reales y de confianza.

El discurso no enseña tanto como la experiencia. Los adolescentes aprenden de lo que viven, de lo que ven, no de lo que oyen en un sermón”, subraya.

También alerta sobre la necesidad de ayudarles a gestionar riesgos reales —como las adicciones, los trastornos de conducta o las presiones de las redes sociales— sin sobreproteger ni desproteger.

Los riesgos existen. No podemos encerrar a los jóvenes en una burbuja de cristal, pero sí enseñarles a navegar por ellos”, afirma.

Claves para una comunicación significativa

Acompañar en la adolescencia no es fácil. Por ello, Nomen pone énfasis en 12 claves para generar un acompañamiento emocional sólido, como:

  • Apego seguro: combinar amor y exigencia.

  • Tiempo de calidad y escucha real.

  • Coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.

  • Diálogo conducido con empatía y paciencia.

  • Compartir experiencias y evitar etiquetas.

  • Permanecer presentes, ni como controladores ni como ausentes.

  • Efecto Pigmalión en positivo: esperar lo mejor de los jóvenes, pero ayudarles a prevenir lo peor.

También defiende el valor de recordar la propia adolescencia con realismo —sin idealizaciones— para establecer puentes intergeneracionales basados en el respeto y la comprensión.

Educar para la libertad y el compromiso

La intervención finaliza con una llamada clara:

“Debemos educar para la libertad y para el compromiso democrático. Que salgan y hagan del mundo un lugar mejor.”

La charla se cierra con un mensaje que conecta plenamente con la misión de la Fundació Impulsa: acompañar a los jóvenes en situación de vulnerabilidad para que puedan construir su futuro con confianza, herramientas y oportunidades.

Desde la Fundació Impulsa, agradecemos profundamente a Jordi Nomen por su ponencia clara, inspiradora y fundamentada, y a todas las personas asistentes por formar parte de este espacio de crecimiento colectivo.

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