La FP y su camino hacia un sistema adaptado al mundo laboral
La Formación Profesional (FP) se ha posicionado en los últimos años en Cataluña como una vía educativa cada vez más valorada y demandada. Profesionales del sector hablan de una apuesta creciente por la FP como una opción formativa de calidad, adaptada a las necesidades del mercado laboral y con una alta inserción profesional. Y así lo persigue la nueva ley de FP, que busca la introducción un sistema más flexible y accesible para todas las personas.
En este contexto, el sociólogo, investigador y experto en FP, Oriol Homs, pone de manifiesto que actualmente la FP goza de buena salud: “La FP está en uno de sus mejores momentos: hay más alumnado que quiere estudiar FP y contamos con una ley favorable, que a su vez supone un reto impresionante”. Homs se refiere a la nueva Ley Orgánica 3/2022, de 31 de marzo, de ordenación e integración de la Formación Profesional. Se trata de una reforma del Estado español que pretende acabar con la separación entre la FP educativa y la FP para el empleo, con la voluntad de hacerla más flexible, modular y orientada al mercado laboral para acompañar a las personas a lo largo de toda su vida. Así lo expresa Francesc Roca, secretario de Formación Profesional del Departamento de Educación y Formación Profesional: “La nueva Ley busca disponer de un sistema integrado de FP que permita a las personas construir un itinerario profesional capitalizable y ascendente”. Por eso algunas de las novedades más destacadas de la nueva Ley son que la FP dual pasa a ser obligatoria y, por lo tanto, tota la FP incluirá estancias en empresas; se estructurará en cinco grados de formación, para ofrecer un sistema modular y flexible que se adapte a las necesidades de cada persona y de cada sector; ofrecerá la acreditación de competencias, dando la posibilidad de reonocer oficialmente la experiencia laboral o la formación no reglada; se reforzarán los servicios de orientación profesional y se potenciará la colaboración con el tejido empresarial para adaptar la formación a las demandas del territorio y fomentar la inserción laboral.
“La nueva Ley busca disponer de un sistema integrado de FP que permita a las personas construir un itinerario profesional capitalizable y ascendente”.
Se trata de una reforma con mirada de futuro, que representa una transformación del sistema educativo y laboral en España, con un enfoque en la mejora de las oportunidades de los jóvenes, tal como explica Manuel Rosillo, presidente de la Comisión de Formación de Foment del Treball: “El título de la Ley ya es, en sí mismo, una declaración de intenciones en toda regla. Por un lado, en cuanto a ‘ordenar’ el sistema para adecuarlo a los nuevos retos de formación de las personas a lo largo de toda su vida, adaptando la oferta a las necesidades de las empresas; y, por otro lado, con la ‘integración’, una aspiración histórica. De la nueva Ley destacaría seis aspectos, uno de los cuales es la apuesta por potenciar el emprendimiento, la innovación y la sostenibilidad. Una orientación basada en un aspecto que me parece fundamental, el acompañamiento en el proceso de aprendizaje, clave para minimizar el abandono prematuro.” Ese acompañamiento se traduce en una mejor adaptación a las necesidades de cada joven, ofreciendo itinerarios más personalizados que permiten combinar estudios, prácticas e incluso microformaciones que faciliten la adquisición de competencias específicas y actualizadas, y así abrir la puerta a continuar formándose al largo de la vida, independientemente de la edad o la situación laboral. La idea es que ningún joven quede fuera del sistema y que se facilite su reincorporación o reorientación profesional cuando sea necesario, un deseo compartido por muchos agentes, aunque también supone un reto, como apunta Homs: “Veo la Ley muy positiva; se ha elaborado con mucho consenso, pero el problema es que su aplicación implica muchos más cambios de los previstos, y si no se aclaran bien estos cambios, será difícil aplicarla correctamente”, lamenta.
Por su parte, el secretario de Formación Profesional del Departamento de Educación y Formación Profesional, Francesc Roca, subraya la necesidad de ese acompañamiento para que la nueva Ley dé sus frutos: “Es un reto: las personas deben poder encontrar sus propios itinerarios, sus oportunidades, y en ello el acompañamiento y la orientación tendrán un papel muy importante”. Así lo percibe también Joseph Alexandro Elvir Salgado, joven de la Fundación Impulsa y estudiante de un CFGM de Soldadura y Calderería, que considera este acompañamiento un aspecto imprescindible en su trayectoria: “Yo pienso que el acompañamiento a los jóvenes es fundamental para mantenernos motivados y comprometidos con los estudios, y también el hecho de sentir que hay un apoyo detrás hace que no te sientas tan perdido y tengas más seguridad en tu día a día; hace que estés mejor emocionalmente”.
«Pienso que el gran reto del sistema es el acompañamiento y la orientación»
En cuanto a una de las grandes novedades de la Ley, la implantación de la formación dual obligatoria en todos los ciclos, también se plantea como una buena oportunidad tanto para el alumnado como para el mundo empresarial. Así lo expresa Rosillo: “En esta materia, la escuela, el alumno y la empresa generan un triángulo virtuoso que facilita la incorporación de las personas al mercado laboral. Creo que en esto hay un consenso social total”. Esto es así porque, tal como detalla Roca, las empresas también han participado en esta nueva Ley y es imprescindible que continúen ejerciendo su papel: “Antes de la publicación del Real Decreto, las empresas participaron en la elaboración de los contenidos, y ahora también es muy importante su colaboración y corresponsabilidad para hacer posible la FP dual. En este sentido, se han tomado decisiones basadas en criterios sectoriales y territoriales: Cataluña es asimétrica, y esta asimetría nos lleva a trabajar desde los territorios para atraer y retener talento”. Y para que esto sea posible, según Homs, también hace falta un cambio de mentalidad: “Hace falta incorporar un cambio cultural tanto en las empresas, para que se impliquen, como en los centros, que deben ser conscientes de que las empresas también forman, no solo los centros educativos”, afirma, señalando que esta relación también beneficia al alumnado: “A los alumnos este nuevo sistema les garantiza la transición al mundo laboral: cuando se titulen, tienen asegurado el acceso al empleo, porque si funcionan bien en las empresas, estas se los quedarán”.
Una opinión que comparte Francesc Busquets, tutor de prácticas de FP en el Institut La Garrotxa: “Aunque esta nueva Ley no nos ha aportado ningún beneficio a los ciclos que ya llevamos más de diez años aplicando la formación dual (solo han recortado horas de asignaturas técnicas en favor de asignaturas como digitalización o sostenibilidad), el sistema dual añade a las enseñanzas profesionales generalistas del ciclo que se imparten en el aula una buena combinación de conocimientos aplicados, aptitudes y, sobre todo, experiencia a nuestro alumnado. A la vez, hay una gran necesidad de personal cualificado, y esto permite a las empresas conocer a sus futuros trabajadores. A mitad de curso prácticamente ya tengo a todo el alumnado colocado en empresas. Tenemos un alto porcentaje de inserción del alumnado que, una vez finaliza los estudios, se queda en plantilla en la empresa”. Esta experiencia la vive en primera persona el joven Joseph Alexandro Elvir Salgado: “Yo ya he terminado los estudios y ahora estoy haciendo las prácticas en una empresa durante toda la semana. Esto me va muy bien porque aplicar en la vida real lo que he aprendido en los estudios me ayuda a entender mejor cómo funciona todo, a adquirir nuevas habilidades y a mejorar las que ya tengo. Además, también me sirve para aprender a trabajar en equipo y construir una red de contactos que me puede ayudar en el futuro. De hecho, cuando termine las prácticas, si quiero, tendré un contrato laboral, porque me han ofrecido quedarme a trabajar con ellos”, detalla.
“Aplicar en la vida real lo que he aprendido en los estudios me ayuda a entender mejor cómo funciona todo, a adquirir nuevas habilidades y a mejorar las que ya tengo”.
Según el Informe del Observatorio de la FP de CaixaBank Dualiza, la tasa de inserción laboral de los titulados en FP dual es del 82 %, muy superior a la de la FP tradicional y muy por encima de la media juvenil. Además, este informe evidencia que en los próximos años una de cada cuatro oportunidades de empleo será para titulados en FP.