«Cuando hay personas que se quedan atrás, se pone en riesgo la cohesión social, y es necesario afrontarlo, ya que sus consecuencias también impactan en el mundo empresarial.» — Xavier Carles

Xavier Carles i Tort es socio y director general de Grup Carles. Ingeniero técnico industrial en química y mecánica (UPC), y formado en posgrados en gestión medioambiental y dirección empresarial (IESE), su incorporación a la empresa fue ligada al lanzamiento de los servicios de consultoría medioambiental, precursora del actual área de Consultoría en Sostenibilidad. Posteriormente, dirigió algunas de las filiales del Grupo, para después asumir la Dirección General corporativa. Actualmente, el Grup Carles está formado por cinco empresas, más de 100 profesionales y una larga lista de clientes y colaboradores que reman para ofrecer servicios transversales en diferentes ámbitos. Además de ser Organización Impulsora, el Grup Carles tiene la suerte de que su director sea también Embajador de la Fundació Impulsa en la Anoia.

Grup Carles ofrece un servicio multidisciplinar poco habitual en el mercado actual. ¿En qué se concreta esta oferta?
La amplitud de servicios nos viene desde la fundación de la empresa por parte de mi abuelo, mi padre y mi tío. Mi padre es ingeniero y mi tío economista, y ya desde el principio ofrecieron servicios de ingeniería y asesoramiento fiscal, que se han ido ampliando anticipándonos a las necesidades de los clientes. En Grup Carles creemos que es importante la especialización para poder dar respuesta a las necesidades concretas de forma profesional, y a la vez sabemos que a menudo es necesario poder abordar aspectos de forma transversal. Contamos con profesionales especialistas en su rama y ámbito de actuación, pero al mismo tiempo tenemos la capacidad de coordinarnos transversalmente para ofrecer un servicio multidisciplinar. Esta especialización y transversalidad son la fuerza del Grupo.

«Contamos con profesionales especialistas en su rama y ámbito de actuación, pero al mismo tiempo tenemos la capacidad de coordinarnos transversalmente para ofrecer un servicio multidisciplinar.»

¿Podemos decir que tocáis casi todos los sectores de la economía?
Actualmente, ofrecemos servicios de ingeniería y consultoría en sostenibilidad, asesoramiento fiscal, contable y laboral, asesoramiento jurídico y consultoría en dirección de personas, y finalmente servicios inmobiliarios. También tenemos Grup Carles Rural, una filial que se dedica a ofrecer servicios en el sector agrícola y ganadero. Además, tenemos otra participada, que es una correduría de seguros. Podemos decir que, en cierto modo, tocamos casi todas las ramas, sí.

Tu incorporación al Grup Carles fue ligada al desarrollo de la consultoría medioambiental. ¿Qué os llevó a crear esta nueva rama?
En aquel momento, la cuestión ambiental empezaba a aflorar. Se había creado el Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña y las empresas comenzaban a notar cierta presión para adaptarse a las nuevas regulaciones ambientales. Como Grupo, vi una oportunidad para dar respuesta; tenía ganas de innovar y, como área de negocio, el ámbito medioambiental me motivaba desde el punto de vista de los valores.

«Tenía ganas de innovar y, como área de negocio, el ámbito medioambiental me motivaba desde el punto de vista de los valores.»

¿Cuál es el mayor desafío en términos de sostenibilidad?
La sostenibilidad se entiende desde tres vertientes: la económica, la social y la ambiental. Tenemos una gran amenaza global, que es el cambio climático, y hay que darle respuesta. Y tenemos retos importantes relacionados con el mantenimiento de la cohesión social. Aquí se engloban diferentes aspectos: desde temas relacionados con la vivienda hasta el desempleo juvenil, la inmigración… Cuando hay personas que quedan atrás, se pone en riesgo la cohesión social, un valor fundamental que debemos preservar, y hay que afrontarlo porque sus consecuencias también impactan en el mundo empresarial. Después están también los desafíos a nivel empresarial, como puede ser la atracción del talento, ya que nos encontramos ante una escasez de profesionales formados y con motivación.

«Tenemos retos importantes relacionados con el mantenimiento de la cohesión social (…) y también hay desafíos a nivel empresarial, como la atracción del talento.»

¿Es esa percepción de falta de talento lo que te lleva a hacerte Embajador de la Fundació Impulsa en la Anoia?
Cuando conocí el proyecto, enseguida me atrapó y nos implicamos como empresa haciendo mentoría a un joven en Osona, donde también tenemos una oficina. Es un proyecto impulsado desde el mundo empresarial, del que yo provengo; está gestionado con unos criterios de eficiencia empresarial, con un equipo técnico muy profesional y con mucha alma, y me gustó que era un proyecto muy escalable y que se quería extender por todo el país de forma eficiente. Entonces, consciente de la realidad de jóvenes de la Anoia que abandonaban prematuramente los estudios por situaciones de vulnerabilidad social y económica, y de empresas que, como la nuestra, sufren la falta de personal cualificado, pensé que tenía mucho sentido implantar el proyecto en la Anoia. Dijimos que no solo colaboraríamos desde la empresa haciendo donaciones y mentoría, sino que me veía con ánimos de llevar este proyecto a la Anoia. Y así nace mi implicación como Embajador de la Fundació Impulsa.

«[El proyecto de la Fundació Impulsa] está gestionado con unos criterios de eficiencia empresarial, con un equipo técnico muy profesional y con mucha alma, y me gustó que era un proyecto muy escalable y que se quería extender por todo el país de forma eficiente.»

¿Cómo vives esta experiencia?

Pienso que es muy importante este trabajo en red que se forja a través del Método Impulsa. Los jóvenes necesitan una formación y una titulación, es la puerta de entrada al mundo laboral; formación para obtener una titulación, pero también para adquirir una formación en valores y competencias transversales. Para conseguirlo, se necesita una estabilidad mínima que lo permita, y también referentes que les ayuden a no perder el foco. Por eso, el hecho de lograr que instituciones, empresas, entidades, centros educativos, mentores… rememos juntos para contribuir a esta tarea es muy enriquecedor y satisfactorio.

«Los jóvenes necesitan una formación y una titulación, es la puerta de entrada al mundo laboral; formación para obtener una titulación, pero también para adquirir una formación en valores y competencias transversales»

¿Tienes confianza en los jóvenes?
Sé que es difícil no caer en tópicos, pero no creo en las generalizaciones pesimistas que se hacen de los jóvenes. Es cierto que hay elementos generacionales y que pueden tener un sentimiento de desesperanza porque les estamos dejando un mundo muy complicado, pero pienso que los jóvenes están muy preparados. Hay muchos que saben lo que quieren y que tienen ganas de mejorar el mundo, y yo creo en ellos.

«Pienso que los jóvenes están muy preparados. Hay muchos que saben lo que quieren y que tienen ganas de mejorar el mundo, y yo creo en ellos»

¿Ser Embajador de la Fundació Impulsa es una manera de mostrar esta apuesta por el futuro?
Los jóvenes de Impulsa son jóvenes que no lo tienen fácil, pero que tienen la motivación para seguir adelante; por lo tanto, creo que son quienes más ganas tienen de aprovechar las oportunidades. Me atrevería a decir que su paso por la Fundació Impulsa los deja en una situación mejor que la media de jóvenes; aprovechan mucho esta oportunidad y también toda la formación que reciben en competencias transversales, orientación laboral… Los jóvenes Impulsers son jóvenes que terminan los estudios con una preparación superior a la media.

«Los jóvenes Impulsers son jóvenes que terminan los estudios con una preparación superior a la media»

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