«Vi un símil entre lo que yo había vivido en mis inicios como emprendedora y lo que la Fundación Impulsa ofrece a los jóvenes” — entrevista a Anna Guixà

Anna Guixà es Embajadora de la Fundación Impulsa en el Moianès desde 2020, año en que la entidad comenzó a becar jóvenes en esta comarca. Licenciada en Comunicación Audiovisual y con un máster en Comunicación Empresarial, tiene su propia empresa de comunicación, desde donde ha aprendido a valorar la importancia de sentirse acompañada y de tener oportunidades. También ha sido alcaldesa de Sant Quirze Safaja, donde conoció de primera mano el ámbito institucional.

¿Cómo fue tu primer contacto con la Fundación Impulsa?
Conocía bien el territorio, y Carles Cuyàs, entonces presidente de la Fundación Impulsa, me pidió ayuda para acercar el proyecto de Impulsa al Moianès, y de inmediato me pareció una propuesta muy buena.

¿Qué te atrajo de Impulsa?
Las empresas reciben muchas ofertas de colaboración, y a mí me gustó poder acercarles una propuesta de la que todos salen beneficiados. Las empresas apuestan por un joven para darle oportunidades y, a largo plazo, la empresa y el territorio también se benefician; es una apuesta de futuro bilateral. Mis inicios como emprendedora fueron difíciles, porque cuando eres tan joven nadie cree en ti y tienes la sensación de que el mundo te devora. Pero hubo dos empresas que creyeron en mí, y eso me ayudó mucho: me permitió llegar a donde estoy ahora. Vi un símil entre lo que yo había vivido al principio como emprendedora y lo que la Fundación Impulsa ofrece a los jóvenes. Los Impulser son jóvenes que necesitan apoyo para salir adelante, porque les faltan algunas herramientas, y desde Impulsa se les ofrece esta oportunidad de forjarse un futuro.

«Cuando emprendí, vi que era muy difícil porque cuando eres tan joven nadie cree en ti y tienes la sensación de que el mundo te devora.»

Te defines como una persona creativa, eficiente y con gran iniciativa. ¿Qué papel han tenido estas cualidades en tu crecimiento profesional?
Nací en Barcelona y, por circunstancias familiares, me mudé a Sant Quirze Safaja, un pueblo de menos de 700 habitantes en el Moianès. Una vez allí, a medida que me fueron conociendo y al ver que era una persona inquieta y emprendedora, me propusieron participar en el ámbito municipal. Me adentré en la política como concejala y, al cabo de cuatro años, asumí la alcaldía. Cuatro años después, renové la alcaldía y ganamos más concejales; así que he sido alcaldesa durante ocho años, aunque siempre lo he compaginado con mi empresa.

Anna Guixà, junto al exconsejero Jordi Puigneró, en la inauguración del despliegue de fibra óptica en el municipio.

¿Esta experiencia en política te ha dado herramientas para ser Embajadora de la Fundación Impulsa en el Moianès?
Conocer el sector público desde dentro me ha servido para ayudar a la Fundación Impulsa a abrirse a las instituciones: los agentes públicos necesitan iniciativas como Impulsa, y propuse que era necesario tocar la puerta de estos organismos y presentarles el proyecto. También me permitió conocer a muchas personas, tanto del ámbito privado como público, y explicar el proyecto de Impulsa siempre que podía.

«Los agentes públicos necesitan iniciativas como Impulsa, y propuse que era necesario tocar la puerta de estos organismos y presentarles el proyecto.»

¿Por qué crees que es importante la figura de Embajadora?
Las Embajadoras y Embajadores somos referentes de confianza en el territorio y presentamos Impulsa con seguridad. Entre toda la variedad de entidades y propuestas colaborativas existentes, podemos presentar la Fundación Impulsa como una apuesta competitiva. Es una herramienta sólida que genera confianza, ya que las empresas e instituciones reciben Impulsa de la mano de alguien arraigado al territorio.

Desde tus inicios como Embajadora, ¿cómo has vivido la evolución de Impulsa?
Creo que la expansión territorial que ha realizado es vital y necesaria para dar oportunidades a todos los jóvenes, y estoy contenta de que lo esté haciendo con el objetivo de llegar a toda Cataluña. Como método, Impulsa es suficientemente flexible para mejorar día a día, y esta perfección se logra teniendo un modelo estandarizado que, a la vez, permite adaptarse a cada joven. Eso es lo que permite ser una entidad con valor, que se ajusta a las necesidades de cada persona; porque somos individuos y todos somos diferentes.

«Impulsa es suficientemente flexible para mejorar y perfeccionar, y esta perfección se logra teniendo un modelo estandarizado que, a la vez, permite adaptarse a cada joven. Eso es lo que permite ser una entidad con valor.»

Carles Cuyàs, presidente de la entidad en ese momento, presentando el proyecto de la Fundación Impulsa a los alcaldes y alcaldesas de la comarca del Moianès.

¿Qué les explicas a las empresas para que apuesten por Impulsa?
Todas las empresas deberían estar abiertas a Impulsa, porque todas necesitan jóvenes y es importante que tengan una mirada a largo plazo. Es lo que decimos: si corres acompañado, cuando estés cansado alguien más seguirá por ti; pero si estás solo, llegará un momento en que no podrás continuar. Necesitamos relevo, y ese relevo debe ser con talento.

Confías en los jóvenes.
Los jóvenes son importantes hoy y mañana. Cualquier franja de edad es relevante: todos tenemos nuestro papel en este mundo, y los jóvenes son importantes no solo por lo que serán en el futuro, sino también por lo que son hoy. Desempeñan un papel fundamental en todas las relaciones que tienen con otras personas, y es esencial que cuenten con todas las herramientas necesarias para poder ser jóvenes plenos. Cuando algo falla —como la formación—, poder contar con Impulsa garantiza que todo este engranaje no se vea afectado.

«Todos tenemos nuestro papel en este mundo, y los jóvenes son importantes no solo por lo que serán en el futuro, sino también hoy día.»

Y a ti, ¿qué te aporta formar parte de la Fundación Impulsa?
Para mí es mi granito solidario semanal. Cuando tienes una pequeña empresa, parece que debes olvidar esta parte solidaria con tu entorno, pero con la experiencia y el conocimiento que tengo, ser Embajadora me resulta muy enriquecedor.

Completa la frase. En una palabra, la Fundación Impulsa es…
Sonrisa.

“Hace 40 años, cuando el vino se vendía a granel, traer vino embotellado como el que ofrecíamos era como la inteligencia artificial ahora” Philippe Eberlé

Philippe Eberlé es el director general de Primeras Marcas, una empresa familiar ubicada en la Anoia y fundada en 1986 para ofrecer una gestión comercial directa para las bodegas que representa. Con casi 40 años de experiencia, la empresa cuenta con un amplio catálogo con más de 60 marcas prémium y disfruta de una posición destacada dentro del sector. Primeras Marcas también apuesta por el talento joven; por ello colabora con la Fundación Impulsa como Organización Impulsora y a través del voluntariado corporativo mediante el programa de mentoría social.

¿Cómo se consigue ser una empresa consolidada y bien posicionada dentro del sector?
En los últimos cinco años hemos duplicado la facturación y hemos incrementado mucho la plantilla: contamos con 63 trabajadores, muchos de ellos muy jóvenes. También hemos ampliado el catálogo con nuevas bodegas: desde los inicios hemos apostado por la incorporación de bodegas francesas de prestigio y una selección cuidada de vinos y destilados, y hemos ido sumando bodegas italianas, productos únicos de otros países y, desde 2007, también bodegas nacionales españolas. Tenemos el control de la distribución en las principales ciudades, prescindimos de intermediarios, y eso nos permite ofrecer un servicio mejor y más preciso. Además, más allá de comprar y vender, también ofrecemos un servicio de asesoramiento de marketing a las bodegas. Hemos apostado por la digitalización y el uso de la inteligencia artificial en análisis de datos y procesos.

¿Cómo habéis vivido la evolución de Primeras Marcas?
Primeras Marcas nace como parte de Juvé y Camps: el propietario tenía la idea de complementar la venta y la distribución con otras marcas porque veía que el consumo de cava era muy estacional. Lo intentó un par de veces internamente y no le funcionó, hasta que un día descubrió que había una pequeña distribuidora en la Anoia: era pequeña pero muy organizada, y les propuso montar una empresa conjunta. Así empezó Primeras Marcas. Hace 40 años, cuando el vino se vendía a granel, traer vino embotellado como el que ofrecíamos era como la IA ahora: producto embotellado prémium que fue entrando y creciendo poco a poco al mismo ritmo que lo hacía la gastronomía.

Hablas de una fuerte apuesta por la juventud…
Sí, soy el responsable del Departamento de Recursos Humanos porque me parece un área clave, y desde aquí he puesto mucho el foco en los jóvenes: años atrás se registraron altas tasas de paro y vi que era necesario hacer algo. Por eso empecé a centrarme en captar y retener talento joven. Por ejemplo, los jóvenes dominan mucho más el mundo digital y aportan mucho valor a la empresa; nos interesa trabajar con ellos.

“Los jóvenes aportan mucho valor a la empresa; nos interesa trabajar con ellos”.

¿Cómo lo hacéis para captar y retener este talento?
Hace tiempo iniciamos un programa para los hijos de los empleados, y también ofrecemos prácticas en la empresa. Contamos con un comité de talentos, un grupo de jóvenes universitarios que vienen a hacer prácticas, y eso nos permite ir captando nuevos trabajadores: es increíble lo que aportan estos jóvenes.

¿En qué consiste este programa para los hijos de los trabajadores?
Al final, se trata de ofrecer oportunidades: abrimos la posibilidad a los hijos de los empleados de venir a trabajar durante el verano y colaborar en diferentes departamentos para conocer las distintas tareas. Una vez acaban, reciben un certificado de lo que han hecho y una valoración. Además, les ofrecemos formación; y aquí nos está ayudando la Fundación Impulsa, que a través de su programa Impulsa Oportunidades Laborales nos da apoyo para formar a los jóvenes en competencias transversales, como por ejemplo la elaboración de un currículum, que les servirá para el futuro. Además, esta colaboración con Impulsa también nos aporta conocimiento a nosotros sobre cómo trabajar mejor con los jóvenes.

“La Fundación Impulsa […] nos da apoyo para formar a los jóvenes en competencias transversales”.

¿A qué te refieres cuando hablas de conocer a los jóvenes?
Por ejemplo, cuando empezamos con el proyecto de trabajo para los hijos de los empleados, no se apuntó nadie. Hablando con una amiga que tenía hijos, me dijo que era importante que a los jóvenes les ofreciéramos hacer solo media jornada de mañana para que tuvieran tiempo libre por la tarde y, al hacer este cambio, entonces se apuntaron muchos jóvenes. Ese pequeño consejo fue crucial y marcó la diferencia. Es una anécdota, pero muestra que es importante entender a los jóvenes para poder ofrecerles lo que les puede motivar. Ahora son ellos quienes piden venir a trabajar a nuestra empresa.

“Es importante entender a los jóvenes para poder ofrecerles lo que les puede motivar”

Como comentas, en esta retención de talento la formación juega un papel importante. ¿Qué otros aspectos consideráis relevantes desde el punto de vista de los recursos humanos?
Como empresa estamos bastante bien valorados y no solo queremos ser el mejor cliente de nuestros proveedores y al revés, sino también el mejor lugar donde trabajar. Por eso velamos por fichar a gente buena, retenerla, formarla… Cuando empecé, éramos 14 y ahora somos 63. Esta plantilla ha evolucionado y hemos tenido que formarla, motivarla, crear equipo… La reputación como empresa en cuanto a lugar donde querer trabajar no se genera solo a través de una buena remuneración. Una de las primeras cosas que hice, por ejemplo, fue renovar las oficinas para hacerlas más humanas y seguras, que la gente estuviera más a gusto, más cómoda… Y sí, la formación también es clave: cada trabajador tiene un plan de formación y el hecho de poder crecer en este sentido también es algo que valoran.

“Queremos ser […] el mejor lugar donde trabajar. Por eso velamos por fichar a gente buena, retenerla, formarla…”

La responsabilidad social corporativa (RSC) es hoy un concepto fundamental para las empresas. ¿Cómo la vivís desde Primeras Marcas y qué proyectos destacarías dentro de este ámbito?
En el mundo capitalista el problema es que las empresas trabajan con el único objetivo de maximizar beneficios para el empresario, y la RSC todavía es difícil porque no se premia financieramente, pero eso está cambiando. Para nosotros, es una actividad estratégica más de la empresa: los trabajadores lo reconocen y lo valoran.

Un ejemplo: empezamos haciendo mentoría social con la Fundación Impulsa, éramos 2, después 4 y la idea es ser más. La colaboración con la Fundación Impulsa es una iniciativa que suma y que hace que los trabajadores vean que la empresa está comprometida con los jóvenes. Impulsa me gustó mucho por este motivo, porque era precisamente ayudar a jóvenes a finalizar sus estudios y es exactamente lo que yo quería hacer y reforzar, y cuando conocí el proyecto enseguida me sumé, como empresa y haciendo mentoría.

¿Qué beneficios crees que aporta la mentoría, tanto a los mentores como a los mentorados y, en definitiva, a la organización en conjunto?
La mentoría es muy positiva para los jóvenes que la reciben, porque es un acompañamiento no institucional y un complemento muy sólido a sus vidas. Cuando lo viví en primera persona como mentor, me di cuenta de que hay muchas maneras de acompañarlos a partir de cada experiencia vital. A la vez, el mentor aprende mucho; seguramente si hubiera tenido la misma apertura con mis hijos, esta visión me habría ayudado porque vas aprendiendo de la experiencia y de las situaciones que te plantean. Al principio es muy difícil establecer vínculos con un adolescente que no te conoce de nada, pero poco a poco se va forjando una relación muy interesante. Aprendes a romper barreras: emocionales, culturales…

“La mentoría es muy positiva para los jóvenes que la reciben, porque es un acompañamiento no institucional y un complemento muy sólido a sus vidas”

¿Cómo valoras la labor de la Fundación Impulsa y, en particular, los programas de mentoría?
La tasa de éxito es enorme, con una expansión muy fuerte y muy bien gestionada. Poco a poco, pero con seguridad, con unas profesionales excelentes, muy atentas, un trato exquisito, agradable, con mucha presencia… Además, facilitan herramientas, acompañamiento, formación de calidad para las personas mentoras… Pienso que es una institución muy sólida. Nosotros, como empresa, colaboramos y la financiamos con confianza.

¿Por qué recomendarías a otras empresas que se sumen como Organización Impulsora de la Fundación Impulsa?
Yo creo mucho en lo que pueden aportar los jóvenes, y además del interés empresarial hay un interés social: los jóvenes no pueden estar en paro. Vengo de Suiza, nací allí, me formé allí y trabajé allí, y la integración entre el mundo universitario y de la FP con las empresas está mucho más desarrollada que aquí. Pienso que este modelo debe funcionar en España y hace falta una colaboración público-privada para conseguir que funcione.

Completa la frase. En una palabra, la Fundación Impulsa es…
Inspiradora.

«Abrimos puertas y ponemos alfombra roja a iniciativas como la Fundación Impulsa» Miquel Noguer

Miquel Noguer Planas es actualmente el presidente de la Diputación de Girona y alcalde de Banyoles. Su trayectoria política, sin embargo, se inicia en Mieres, de donde fue alcalde desde 1991 hasta 2006. En la Fundación Impulsa hemos conocido a Noguer por su cargo como alcalde de la capital de comarca del Pla de l’Estany, que el próximo curso se incorpora como nuevo territorio de la Fundación Impulsa. Con Banyoles, también hay vigente un convenio de colaboración y, por este motivo, hemos querido compartir un momento con Miquel Noguer para conocerlo mejor.

Alcalde de Banyoles y presidente de la Diputación de Girona. ¿Cómo se lleva esta doble vida política?
Obligatoriamente, se tiene que llevar de esta manera, porque no puedes ser presidente si no eres alcalde. Otra cosa es cómo te organizas, que es dedicando muchas horas. Siempre digo que primero soy alcalde, para mí es fundamental, y como consecuencia de este cargo viene el otro, el de presidente de la Diputación de Girona. La Diputación es el ayuntamiento de los ayuntamientos.

Esta vinculación con la política le viene de lejos. ¿Cómo empieza todo?
Hace 34 años que soy alcalde, toda una vida. Me llevó la vocación y la voluntad de servicio al pueblo; la política no te la puedes tomar como una profesión, sino como algo que sientes, como un acto de servicio, porque es una tarea que requiere tu disponibilidad 365 días al año, las 24 horas del día. La dedicación política te obliga a renunciar a muchas cosas, y si no fuera una vocación y tuviera que hacerlo por obligación, no saldría bien y la gente lo notaría.

«La dedicación política te obliga a renunciar a muchas cosas, y si no fuera una vocación y tuviera que hacerlo por obligación, no saldría bien y la gente lo notaría.»

¿Cuál es la clave para ser un buen alcalde?
Los pilares básicos son escuchar a la gente y, en la medida de lo posible, poner en marcha las necesidades que te hacen llegar. Hay que hacer que el día a día de las personas esté atendido. Las obras y las mejoras son muy importantes, pero el día a día de la ciudadanía es fundamental.

¿Y para ser un buen presidente de la Diputación?
Como Diputación, lo que hay que hacer es saber entender las necesidades del resto de compañeros y compañeras alcaldes, e intentar hacer políticas de acuerdo con las necesidades que tiene el territorio en cada momento. Por ejemplo, la vivienda no es una competencia de la Diputación, pero en un momento dado ha sido una preocupación y se ha creado el área para dar respuesta a la ayuda que pedían los ayuntamientos, que requerían no solo subvenciones sino también herramientas. Tenemos 221 ayuntamientos de tamaños muy diferentes, y hay que tener la capacidad de escucharlos a todos.

¿Entre estas necesidades detectadas también está la de acompañar a los jóvenes?
Los jóvenes tienen muchos recursos para poder salir muy bien preparados; tienen herramientas y posibilidades, y tienen que ponerle actitud. Ahora bien, es cierto que hay un sector de jóvenes que no disfrutan de las mismas oportunidades y que ven dificultada la posibilidad de continuar sus estudios. A la vez, también vemos que en todos los territorios hay falta de personas cualificadas en FP. Todos los sectores que vienen a verme me dicen que les falta personal cualificado. Por eso, cuando la Fundación Impulsa viene a hacernos la propuesta de colaboración, abrimos puertas y ponemos alfombra roja, porque nos parece imprescindible trabajar para dar oportunidades a los jóvenes; de la propuesta de valor que hace la Fundación Impulsa y de su Método, estamos contentos, satisfechos y agradecidos.

«[…] cuando la Fundación Impulsa viene a hacernos la propuesta de colaboración, abrimos puertas y ponemos alfombra roja, porque nos parece imprescindible trabajar para dar oportunidades a los jóvenes»

¿Qué es lo que les hace apostar por el Método Impulsa?
La Fundación Impulsa detecta una necesidad y da respuestas; es un método que complementa lo que ya hay. Agradezco mucho que haya un grupo de empresarios en Osona que, al ver la necesidad de contar con jóvenes cualificados, decidan becar a aquellos que presentan unas condiciones que no les permiten continuar estudiando, a pesar de tener valores y capacidades para hacerlo. Y me parece muy acertado que hayan encontrado figuras para hacerlo posible, como son los Embajadores de territorio, que se involucran y hacen de mancha de aceite. Agradezco muchísimo que exista este Método, que va más allá de la simple beca, y que se cuente con complicidades para extenderlo.

¿Cómo se materializará esta colaboración con la Fundación Impulsa en el caso del Pla de l’Estany?
Gracias a la colaboración público-privada que hemos establecido con la Fundación Impulsa, en el Pla de l’Estany se becará y acompañará a 8 jóvenes en situación de vulnerabilidad social para que puedan continuar sus estudios y formarse en FP. Esto les permitirá explotar sus capacidades en el mundo empresarial y tener un futuro mejor del que ahora prevén que podrán tener. Es una colaboración con una triple oportunidad; para ellos, para su familia y porque habrá más personas cualificadas en el mundo laboral.

«Es una colaboración con una triple oportunidad: para ellos, para su familia y porque habrá más personas cualificadas en el mundo laboral»

¿Por qué cree que es importante esta colaboración?
Creo que los diferentes agentes debemos estar atentos a las necesidades que hay y, en este caso, debemos velar para que la formación de los jóvenes sea la mejor que puedan tener y para que ningún joven quede atrás. Debemos poder ofrecerles oportunidades y un futuro lo mejor posible. En este reto, hay muchos agentes implicados en el ámbito público, y si se pueden tejer alianzas con el sector privado con iniciativas como la de la Fundación Impulsa, es muy interesante poder hacer este trabajo conjunto.

Complete la frase. Para usted, en una palabra, la Fundación Impulsa es…
Éxitos.

«Existe el estigma de que los jóvenes no queremos trabajar, y eso es mentira.» Isam Dani

Disfrutar del entorno natural mientras corre, camina o hace rutas en bicicleta es una de las cosas que más apasiona a Isam Dani, estudiante de CFGS en Sistemas Electrotécnicos y Automatizados, Robótica Industrial y joven Impulser de Torroella de Montgrí. Es el pequeño de cuatro hermanos y, aunque siempre ha tenido claro que quería continuar sus estudios, es consciente de que no todos los jóvenes tienen las mismas oportunidades a la hora de decidir. Explica que él ha podido escoger hacia dónde encaminar su futuro en gran parte gracias al acompañamiento de la Fundació Impulsa.

¿Cómo llegas a la Fundación Impulsa?
Recuerdo que estaba en clase, vino mi tutor y, a mí y a dos compañeros más, nos informó de la existencia de la Beca Impulsa y que creía que podíamos ser candidatos para recibirla. Quedaban tres días para presentar toda la documentación que requerían y lo preparé. Ese mismo verano me comunicaron que me habían aceptado, y eso me hizo muy feliz; creo que si no hubiera sido por la Fundación Impulsa, me habría costado mucho poder continuar los estudios, porque yo aún no había trabajado y no tenía ingresos, y en casa la situación económica era delicada. Fue una ayuda que me vino muy bien y también una buena dosis de motivación.

«[La Beca Impulsa] fue una ayuda que me vino muy bien y también una buena dosis de motivación»

Hablas de motivación. ¿Qué fue lo que te motivó al contar con la Beca Impulsa?
Además de la ayuda económica, la Fundación Impulsa te asigna un mentor y una técnica de referencia que te ayudan en lo que haga falta. Además, te comprometes a hacer unas horas de voluntariado, y eso a mí me hizo sentir muy bien, porque veía que aportaba a otros del mismo modo en que había gente que me estaba aportando a mí. Me motiva saber que detrás de la Fundación Impulsa hay personas que apuestan por nosotros.

¿Por qué crees que es importante esta confianza en los jóvenes?
A nivel social no se confía demasiado en la juventud. Existe el estigma de que los jóvenes no queremos trabajar, y eso es mentira. Lo que ocurre es que, tal y como está el mundo, si tienes dificultades económicas, el camino más fácil es dejar los estudios y ponerte a trabajar en empleos poco cualificados. Es muy importante saber que alguien confía en ti; es importante confiar en uno mismo, pero si además tienes personas a tu alrededor que confían en ti, sacas tus proyectos adelante con más seguridad.

«Es importante confiar en uno mismo, pero si además tienes personas a tu alrededor que confían en ti, sacas tus proyectos adelante con más seguridad»

¿Cómo ha sido tu primer contacto con el mundo laboral?
La primera vez que estuve en una empresa fue gracias al ciclo formativo de grado medio (CFGM) que cursé en mecánica; como era formación dual, me permitió hacer prácticas remuneradas en una empresa. Cuando terminé esas prácticas, me ofrecieron un contrato durante el verano, y entonces lo encadené con los estudios, haciendo el CFGS que estoy cursando ahora. Fue una muy buena experiencia, porque me permitió poner en práctica los conocimientos de lo que había estudiado y también ampliarlos. No es lo mismo hacer un diagnóstico de un coche en dos clases que en un taller, donde tienes que hacerlo cada vez que entra un vehículo. En la empresa adquieres una experiencia que es muy importante.

«No es lo mismo hacer un diagnóstico de un coche en dos clases que en un taller, donde tienes que hacerlo cada vez que entra un vehículo»

¿Por qué crees que te contrataron cuando terminaste las prácticas?
Durante las prácticas estuve muy a gusto con los compañeros del taller; me ayudaron mucho, me explicaban las cosas y me trataron muy bien. Además, estaban muy abiertos a todo lo que yo les podía aportar desde el instituto, porque ellos son mecánicos de oficio y valoraban que, más allá de seguir indicaciones, quisiera aportar y me escuchaban. Creo que les gustó que me implicara y fuera proactivo.

Gracias a haberte formado en un CFGM, obtuviste trabajo. Podrías haberte quedado en la empresa, pero decidiste seguir con un CFGS. ¿Por qué?
Siempre he tenido claro que quería seguir estudiando; para trabajar siempre habrá tiempo, pero estudiar no es lo mismo hacerlo con 18 que con 35 años. Pienso que es más enriquecedor seguir formándote, porque te abre muchas puertas, tanto a nivel laboral como personal.

«Pienso que es más enriquecedor seguir formándote, porque te abre muchas puertas, tanto a nivel laboral como personal»

¿Eso quiere decir que ya tienes previstos nuevos retos una vez termines el CFGS?
Mi idea, una vez acabe estos estudios, es ponerme a trabajar para, más adelante, prepararme las oposiciones para bombero. Siempre he sentido pasión por el entorno, y a raíz de unos incendios que hubo cerca de casa, en el macizo del Montgrí, me llamó la atención ser bombero: pienso que es un trabajo muy bonito en el que, además de trabajar, haces equipo, creas vínculos y una pequeña familia, mientras contribuyes a cuidar el territorio.

¿Crees que es importante crear vínculos?
Me gusta mucho la frase que dice “solo vas más rápido, pero acompañado vas más lejos”. Creo que es muy cierta. Aunque tendemos al individualismo, somos seres sociales y siempre nos necesitamos unos a otros. Es una idea que siempre he tenido muy presente y, cuando conocí la Fundación Impulsa, todavía le encontré más sentido a esta idea.

«Aunque tendemos al individualismo, somos seres sociales y siempre nos necesitamos unos a otros […] y, cuando conocí la Fundación Impulsa, todavía le encontré más sentido a esta idea»

¿Qué es lo que más valoras de lo que te aporta tu paso por la Fundación?
El acompañamiento de mi mentor y de la técnica de referencia. Y también me ayuda mucho la parte del Programa de Crecimiento Humano; a nivel personal, es muy enriquecedor porque aprendemos a gestionar problemas, emociones… Es algo a lo que hoy en día no se le da demasiada importancia. Yo nunca había recibido este tipo de ayuda y es muy gratificante contar con estas formaciones en crecimiento personal.

¿Cómo te han ayudado estas formaciones en competencias transversales?
Durante la semana de exámenes, por ejemplo, estaba muy estresado. Siempre me ayuda ir a correr por la montaña, pero estoy lesionado y no podía hacerlo. Por suerte, había aprendido a gestionar ese estrés de otras maneras. Es un aprendizaje que también sirve mucho en el ámbito laboral, así como el trabajo que hemos hecho para aprender a escuchar de forma proactiva y entender que hay diferentes puntos de vista, porque en las empresas convives con otros compañeros y siempre pueden surgir situaciones. Es importante saber gestionar problemas y resolverlos de forma efectiva. A veces, me fijo en compañeros de estudios y pienso que hay jóvenes a los que les iría muy bien trabajar estas competencias transversales para aprender que las emociones no deben controlarte, sino que tú tienes que ser quien las controle.

Completa la frase. Para ti, en una palabra, la Fundación Impulsa es…
Optimismo.

«Cuando hay personas que se quedan atrás, se pone en riesgo la cohesión social, y es necesario afrontarlo, ya que sus consecuencias también impactan en el mundo empresarial.» — Xavier Carles

Xavier Carles i Tort es socio y director general de Grup Carles. Ingeniero técnico industrial en química y mecánica (UPC), y formado en posgrados en gestión medioambiental y dirección empresarial (IESE), su incorporación a la empresa fue ligada al lanzamiento de los servicios de consultoría medioambiental, precursora del actual área de Consultoría en Sostenibilidad. Posteriormente, dirigió algunas de las filiales del Grupo, para después asumir la Dirección General corporativa. Actualmente, el Grup Carles está formado por cinco empresas, más de 100 profesionales y una larga lista de clientes y colaboradores que reman para ofrecer servicios transversales en diferentes ámbitos. Además de ser Organización Impulsora, el Grup Carles tiene la suerte de que su director sea también Embajador de la Fundació Impulsa en la Anoia.

Grup Carles ofrece un servicio multidisciplinar poco habitual en el mercado actual. ¿En qué se concreta esta oferta?
La amplitud de servicios nos viene desde la fundación de la empresa por parte de mi abuelo, mi padre y mi tío. Mi padre es ingeniero y mi tío economista, y ya desde el principio ofrecieron servicios de ingeniería y asesoramiento fiscal, que se han ido ampliando anticipándonos a las necesidades de los clientes. En Grup Carles creemos que es importante la especialización para poder dar respuesta a las necesidades concretas de forma profesional, y a la vez sabemos que a menudo es necesario poder abordar aspectos de forma transversal. Contamos con profesionales especialistas en su rama y ámbito de actuación, pero al mismo tiempo tenemos la capacidad de coordinarnos transversalmente para ofrecer un servicio multidisciplinar. Esta especialización y transversalidad son la fuerza del Grupo.

«Contamos con profesionales especialistas en su rama y ámbito de actuación, pero al mismo tiempo tenemos la capacidad de coordinarnos transversalmente para ofrecer un servicio multidisciplinar.»

¿Podemos decir que tocáis casi todos los sectores de la economía?
Actualmente, ofrecemos servicios de ingeniería y consultoría en sostenibilidad, asesoramiento fiscal, contable y laboral, asesoramiento jurídico y consultoría en dirección de personas, y finalmente servicios inmobiliarios. También tenemos Grup Carles Rural, una filial que se dedica a ofrecer servicios en el sector agrícola y ganadero. Además, tenemos otra participada, que es una correduría de seguros. Podemos decir que, en cierto modo, tocamos casi todas las ramas, sí.

Tu incorporación al Grup Carles fue ligada al desarrollo de la consultoría medioambiental. ¿Qué os llevó a crear esta nueva rama?
En aquel momento, la cuestión ambiental empezaba a aflorar. Se había creado el Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña y las empresas comenzaban a notar cierta presión para adaptarse a las nuevas regulaciones ambientales. Como Grupo, vi una oportunidad para dar respuesta; tenía ganas de innovar y, como área de negocio, el ámbito medioambiental me motivaba desde el punto de vista de los valores.

«Tenía ganas de innovar y, como área de negocio, el ámbito medioambiental me motivaba desde el punto de vista de los valores.»

¿Cuál es el mayor desafío en términos de sostenibilidad?
La sostenibilidad se entiende desde tres vertientes: la económica, la social y la ambiental. Tenemos una gran amenaza global, que es el cambio climático, y hay que darle respuesta. Y tenemos retos importantes relacionados con el mantenimiento de la cohesión social. Aquí se engloban diferentes aspectos: desde temas relacionados con la vivienda hasta el desempleo juvenil, la inmigración… Cuando hay personas que quedan atrás, se pone en riesgo la cohesión social, un valor fundamental que debemos preservar, y hay que afrontarlo porque sus consecuencias también impactan en el mundo empresarial. Después están también los desafíos a nivel empresarial, como puede ser la atracción del talento, ya que nos encontramos ante una escasez de profesionales formados y con motivación.

«Tenemos retos importantes relacionados con el mantenimiento de la cohesión social (…) y también hay desafíos a nivel empresarial, como la atracción del talento.»

¿Es esa percepción de falta de talento lo que te lleva a hacerte Embajador de la Fundació Impulsa en la Anoia?
Cuando conocí el proyecto, enseguida me atrapó y nos implicamos como empresa haciendo mentoría a un joven en Osona, donde también tenemos una oficina. Es un proyecto impulsado desde el mundo empresarial, del que yo provengo; está gestionado con unos criterios de eficiencia empresarial, con un equipo técnico muy profesional y con mucha alma, y me gustó que era un proyecto muy escalable y que se quería extender por todo el país de forma eficiente. Entonces, consciente de la realidad de jóvenes de la Anoia que abandonaban prematuramente los estudios por situaciones de vulnerabilidad social y económica, y de empresas que, como la nuestra, sufren la falta de personal cualificado, pensé que tenía mucho sentido implantar el proyecto en la Anoia. Dijimos que no solo colaboraríamos desde la empresa haciendo donaciones y mentoría, sino que me veía con ánimos de llevar este proyecto a la Anoia. Y así nace mi implicación como Embajador de la Fundació Impulsa.

«[El proyecto de la Fundació Impulsa] está gestionado con unos criterios de eficiencia empresarial, con un equipo técnico muy profesional y con mucha alma, y me gustó que era un proyecto muy escalable y que se quería extender por todo el país de forma eficiente.»

¿Cómo vives esta experiencia?

Pienso que es muy importante este trabajo en red que se forja a través del Método Impulsa. Los jóvenes necesitan una formación y una titulación, es la puerta de entrada al mundo laboral; formación para obtener una titulación, pero también para adquirir una formación en valores y competencias transversales. Para conseguirlo, se necesita una estabilidad mínima que lo permita, y también referentes que les ayuden a no perder el foco. Por eso, el hecho de lograr que instituciones, empresas, entidades, centros educativos, mentores… rememos juntos para contribuir a esta tarea es muy enriquecedor y satisfactorio.

«Los jóvenes necesitan una formación y una titulación, es la puerta de entrada al mundo laboral; formación para obtener una titulación, pero también para adquirir una formación en valores y competencias transversales»

¿Tienes confianza en los jóvenes?
Sé que es difícil no caer en tópicos, pero no creo en las generalizaciones pesimistas que se hacen de los jóvenes. Es cierto que hay elementos generacionales y que pueden tener un sentimiento de desesperanza porque les estamos dejando un mundo muy complicado, pero pienso que los jóvenes están muy preparados. Hay muchos que saben lo que quieren y que tienen ganas de mejorar el mundo, y yo creo en ellos.

«Pienso que los jóvenes están muy preparados. Hay muchos que saben lo que quieren y que tienen ganas de mejorar el mundo, y yo creo en ellos»

¿Ser Embajador de la Fundació Impulsa es una manera de mostrar esta apuesta por el futuro?
Los jóvenes de Impulsa son jóvenes que no lo tienen fácil, pero que tienen la motivación para seguir adelante; por lo tanto, creo que son quienes más ganas tienen de aprovechar las oportunidades. Me atrevería a decir que su paso por la Fundació Impulsa los deja en una situación mejor que la media de jóvenes; aprovechan mucho esta oportunidad y también toda la formación que reciben en competencias transversales, orientación laboral… Los jóvenes Impulsers son jóvenes que terminan los estudios con una preparación superior a la media.

«Los jóvenes Impulsers son jóvenes que terminan los estudios con una preparación superior a la media»

Completa la frase. Para ti, en una palabra, la Fundació Impulsa es…
Compromiso.

La Mútua General de Catalunya apoya a la Fundació Impulsa para que jóvenes en situación de vulnerabilidad puedan continuar estudiando una Formación Profesional.

 

La Mútua General de Catalunya ha realizado una donación de 13.700 euros a la Fundació Impulsa, en el marco de su campaña solidaria “1 origami, 1 euro”, que este año ha alcanzado una participación récord. Estos fondos permitirán que más jóvenes en situación de vulnerabilidad puedan acceder a la Beca Impulsa y, por tanto, cursar Formación Profesional y preparar su futuro laboral.

En esta duodécima edición han participado más de 53.000 niños y jóvenes de toda Cataluña, logrando plegar 230.000 origamis, procedentes de 182 escuelas y asociaciones del territorio. Una acción que se ha transformado en 50.000 euros en donaciones destinadas a diferentes entidades sociales: algunas que promueven la investigación médica y otras, como la Fundació Impulsa, que trabaja para fomentar la igualdad de oportunidades entre los jóvenes, ofreciendo formación superior a personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica.

Gracias a este apoyo, la Mútua General de Catalunya se convierte en Organización Impulsora Honorífica de la Fundació Impulsa, reafirmando su compromiso con la educación, la equidad de oportunidades y la responsabilidad social corporativa.

Más allá de la donación, esta colaboración tendrá continuidad en el tiempo, ya que la Mútua General de Catalunya organizará una visita para los jóvenes Impulsers a uno de sus servicios de rehabilitación y medicina del deporte, ofreciendo a los becados de la Fundación una experiencia de proximidad con el sector sanitario y posibles salidas profesionales en este ámbito.

La Fundació Impulsa quiere dar las gracias a la Mútua General de Catalunya, y a todos los centros educativos que han seleccionado nuestra Fundación como entidad destinataria de estos recursos. La financiación de la Fundació Impulsa proviene principalmente de empresas que, con la voluntad de contribuir al futuro de los jóvenes, realizan una donación económica a nuestra entidad. Una aportación imprescindible para la sostenibilidad del proyecto Impulsa, y desde aquí se hace un llamamiento a que más empresas se sumen.

«Lo que antes hacían en cinco semanas, ahora con la IA se hace en cinco minutos»

 

#ProtagonistaImpulsa 

Enric Plana, CEO de M47Labs, empresa pionera en el sector de la inteligencia artificial. En su apuesta por las personas y la formación, forman parte de la Fundació Impulsa como Organización Impulsora.

Enric Plana es CEO de M47Labs, empresa pionera en el sector de la inteligencia artificial (IA) que desde 2018 se dedica a ayudar a sus clientes a implementar la IA en distintos proyectos. M47Labs comenzó su trayectoria con dos socios y actualmente cuenta con 180 trabajadores de 25 países distintos. En su apuesta por las personas y la formación, forman parte de la Fundació Impulsa como Organización Impulsora.

¿Podemos decir que sois una empresa relativamente joven? ¿Cómo nace M47Labs?
Sí, realmente somos bastante jóvenes tanto por los años que hace que existe M47Labs como por las personas que formamos parte de la empresa. Empezamos con el tema de la IA antes del boom de ChatGPT y hemos ido creciendo. Yo había trabajado bastantes años en Silicon Valley en grandes empresas tecnológicas y veía que se subcontrataban muchas áreas de tecnología en grandes consultoras que no cuidaban demasiado a las personas y con un conocimiento técnico limitado, y cuando volví a España vi como una oportunidad ofrecer servicios desde una perspectiva más humana.

«Cuando volví a España vi como la oportunidad de ofrecer servicios desde una perspectiva más humana»

¿En qué consiste exactamente vuestro trabajo?
Somos una empresa de servicios de ingeniería centrada en proyectos de IA, y lo que hacemos es ayudar a los clientes a optimizar procesos: por ejemplo, para una conocida compañía de transporte que recibe muchas llamadas de quejas, incidencias y dudas, lo que hace que estén colapsados y no puedan gestionarlo ni dar el servicio que querrían. Desde el punto de vista tecnológico, estamos trabajando en una propuesta para hacer un primer filtro mediante un sistema automático de IA que reduce entre un 50 y un 60% de las llamadas respondiendo a los usuarios. De este modo, las personas que se dedican a la atención telefónica pueden contestar preguntas más complejas que quizás hasta ahora ni siquiera podían llegar a atender.

En M47Labs empezasteis siendo dos socios. ¿Cómo se pasa de dos a 180 trabajadores?
La verdad es que han sido seis años que han pasado muy rápido: hemos tenido unos clientes que han crecido con nosotros y el boom de la IA nos ha ayudado porque nosotros ya estábamos posicionados en este sector. En Cataluña somos de las primeras consultoras en IA y hemos hecho proyectos de referencia. Hemos trabajado bien, ofreciendo calidad y sabiendo adaptarnos a las necesidades del momento; además, hemos crecido orgánicamente. Siempre hemos priorizado el crecimiento sostenible: preferimos hacer las cosas bien que hacer muchas; calidad frente a cantidad. Nos interesa crecer en diferentes sectores, pero no pensamos en cuánto queremos facturar de cada uno de ellos cuando definimos el plan estratégico, sino que ponemos el foco en el proyecto en sí y en el valor que podemos aportar.

Tenéis trabajadores procedentes de 25 países diferentes. ¿Esta diversidad también forma parte del éxito de M47Labs?
Uno de nuestros pilares de trabajo se centra en las personas y en la configuración de los equipos. Creemos que cuanto más diverso es un equipo, más ideas y menos sesgados son los proyectos, porque se tienen en cuenta muchas opiniones, visiones y formas de trabajar diferentes, y eso aporta mucho. También cada proyecto requiere unas cualidades distintas; muchos están relacionados con el lenguaje, y cuando trabajas para una empresa italiana, por ejemplo, además del conocimiento técnico de los ingenieros, necesitas también que dominen el idioma. Es muy importante que la gente que trabaja en una empresa pueda sentirse realizada y se implique en la solución de los problemas de los clientes; el hecho de tener equipos que puedan desarrollarse personalmente supone una cadena de valor que se refleja en el trabajo final. Y este es un enfoque diferente al de muchas grandes multinacionales, que priorizan los beneficios de la empresa por encima de la cultura de valores.

«Tener equipos que puedan desarrollarse personalmente supone una cadena de valor que se refleja en el trabajo final»

¿Qué tenéis en cuenta a la hora de seleccionar a los trabajadores?
Damos mucha importancia a las competencias transversales. Si tienes personas con mucho talento tecnológico pero que no saben trabajar en equipo, por ejemplo, eso repercute negativamente en los proyectos. A la hora de seleccionar al personal y formar los equipos, requerimos unas habilidades competenciales básicas para que los trabajadores estén alineados con los valores de la empresa, como pueden ser la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico, la apertura al cambio… A partir de ahí, de las 12 habilidades básicas para la empresa, hay un grupo clave para cada perfil que buscamos.

«A la hora de seleccionar al personal y formar los equipos, requerimos unas habilidades competenciales básicas para que los trabajadores estén alineados con los valores de la empresa»

¿Qué os llevó a apostar por la IA?
Siempre me gusta estar al día, y la IA ya era algo bastante interesante y se le veía mucho potencial. Creemos que la IA es tan transformadora como Internet o como los primeros ordenadores; estamos en una fase un poco embrionaria, pero cada vez se aplica más, y esto es solo el principio. Desde esta convicción, apostamos por mejorar la eficiencia de los procesos empresariales y los proyectos core de nuestros clientes. Es el caso, por ejemplo, de una empresa de seguros a la que estamos ayudando a automatizar el proceso de gestión de reclamaciones: lo que antes hacían en cinco semanas, ahora con la IA se hace en cinco minutos. Esto permite que las personas que tienen la experiencia sobre la aprobación final ahora puedan estar revisando y aportando valor a las reclamaciones más complejas.

¿Esta automatización de procesos mediante IA puede verse también como un peligro?
La IA, cuando se utiliza de manera adecuada, tiene el potencial de capacitar a las personas y permitir que den lo mejor de sí mismas. Por ejemplo, pensemos en un médico de un CAP que tiene que visitar a 40 pacientes en un día, dedicando solo 5 minutos a cada uno. Gracias a la tecnología basada en IA, esos 5 minutos pueden ser mucho más efectivos y de mayor calidad para el paciente. La IA puede analizar muchas variables y ayudar a avanzar parte del trabajo, permitiendo que el especialista se centre en su tarea esencial. De esta forma, la IA no solo ayuda al profesional, sino que también aporta un valor significativo tanto al paciente como al sistema de salud en general.

¿Es esta voluntad de aportar valor la que os ha llevado a ser Organización Impulsora de la Fundació Impulsa?
Siempre intentamos trabajar en proyectos que tengan impacto social. Hace poco que hemos empezado a colaborar con el Hospital del Mar, que tiene un centro de psiquiatría en el que atienden muchos casos de ansiedad, y estamos viendo cómo, a través de nuestra experiencia, podemos ayudarles a revertir la situación, mejorando la interacción y el control de pacientes. Como empresa a la que le va relativamente bien, tenemos el deber de ayudar tanto como podamos; por eso, cuando conocimos el proyecto de la Fundació Impulsa, nos atrajo mucho por el impacto local y tangible que tiene. La educación nos iguala, y cuando las situaciones familiares y socioeconómicas no te permiten tener acceso a la educación, es mucho más difícil salir de contextos de vulnerabilidad. Hay estudios que demuestran esta correlación entre quién finaliza los estudios y quién no, y pienso que la labor de la Fundació Impulsa aquí tiene un impacto muy grande; se hace un trabajo muy eficiente.

«[…] el proyecto de la Fundació Impulsa nos atrajo mucho por el impacto local y tangible que tiene»

Completa la frase. Para ti, en una palabra, la Fundació Impulsa es…
Conocimiento y crecimiento.

“Los jóvenes son los que deben girar la rueda y dar continuidad; son desarrollo, innovación, apertura de mirada… ”

#ProtagonistaImpulsa

Daniel Cortina es Director de Calidad y miembro del extensed comité ejecutivo de SEAT-CUPRA, desde donde gestiona todas las áreas de la multinacional. Confía en los jóvenes y eso le ha llevado a ser, desde hace varios años, mentor de diferentes Impulseros de la Fundación Impulsa. Nos explica su experiencia y también cómo ve la sociedad actual.

¿Nos haces cinco céntimos de tu día a día en SEAT – CUPRA?
Como Director de Calidad, soy el responsable de asegurar la calidad de los procesos y productos, con el máximo objetivo de que los clientes estén satisfechos y contentos.

¿Y cómo lo consigues esto?
Asegurando que los problemas existentes se resuelvan satisfactoriamente, que los procesos de fabricación funcionen adecuadamente, que los requisitos de los coches del futuro también cumplan las expectativas que tienen los clientes. Trabajo mirando hacia el presente, con lo que se produce y comercializa, y al futuro, para que los coches que vendrán se desarrollen siguiendo unos requisitos que tengan éxito.

«Trabajo mirando hacia el presente, con lo que se produce y se comercializa, y al futuro, para que los coches que vendrán se desarrollen siguiendo unos requisitos que tengan éxito»

Por lo que dices interacciones con muchas personas a la vez
Sí, trabajo con todas las áreas de la empresa. Interacciono con todos los departamentos, porque debo asegurar que un coche sale con los estándares de calidad fijados. Estamos hablando de unas 15.000 personas, más las producciones de todo el mundo.

¿Cuál es la clave para gestionar equipos humanos tan grandes?
Interactuar con tantas personas no es fácil, pero al final se trata de asegurar que tienen las herramientas y que saben hacia dónde deben ir. Es necesaria mucha capacidad de liderazgo, de empatía y de comunicación para mantener una interacción constante.

¿Qué te aporta estar en contacto con tantas personas?
Diversidad. Dentro de la empresa existen muchas culturas, y no es lo mismo trabajar con los alemanes que con los portugueses o con los españoles. Trabajar con tantas culturas te aporta conocimiento, entender la diferencia en la interacción, como las barreras idiomáticas influyen en cada contexto, es muy enriquecedor.

Desde esa mirada tan global, ¿cómo ves la sociedad actual?
Vivir aquí es un lujo, porque tenemos una sociedad muy abierta, muy competente, con muchas ganas de hacer las cosas bien, cada vez más preparada, más plural y diversa, y, por tanto, más moderna. He visto un cambio muy potente en los últimos años; por ejemplo, cuando entré en ese trabajo no había tantas chicas. Era un ámbito mucho más masculinizado, y ahora la paridad cada vez está más presente. Se aceptan diferentes puntos de vista, diferentes formas de ser, es una sociedad más reparada para interactuar con el exterior.

«Tenemos una sociedad muy abierta, muy competente, con muchas ganas de hacer las cosas bien, cada vez más preparada, más plural y diversa, y, por tanto, más moderna»

¿Este cambio también lo ves en los jóvenes?

Los jóvenes hoy están mucho mejor preparados de lo que yo estaba; el acceso a tanta información y las posibilidades de movimiento hacen que tengan más conocimiento del mundo, de las diferentes culturas, de cómo funciona todo… Tienen una visión más global del mundo que nosotros no teníamos, y todo esto se nota cuando acceden al mundo laboral. También porque tienen habilidades de empatía, comunicación, proactividad… Se nota mucho en los jóvenes de hoy; en nuestros tiempos nosotros no teníamos tantas capacidades.

¿Son éstos los ingredientes más importantes que pueden aportar los jóvenes a la sociedad actual?
Sí, al final los jóvenes son los que deben girar la rueda y dar continuidad; son desarrollo, innovación, apertura de mirada… La pluralidad y la diversidad son muy importantes también porque dan oportunidades a todo el mundo, lo que enriquece a las organizaciones. Los equipos con diferentes formas de ver el mundo toman decisiones más justas, en las que se tiene más en cuenta a todos.

«Los equipos con diferentes maneras de ver el mundo toman decisiones más justas, en las que se tiene más cuenta a todo el mundo»

¿Es esa confianza en los jóvenes lo que te ha llevado a ser mentor de la Fundació Impulsa?
Sí, es una manera de conocer lo que viene por detrás de nosotros, saber qué debemos dejarles para que los jóvenes puedan continuar su camino. Personalmente, me satisface poder ayudar a una persona a la vez que me ayuda a poder entender a mis hijos, aunque son más pequeños que los Impulseros. Me aporta un plus de realidades que no vivo, situaciones e historias que lees, pero no las has vivido de cerca. Es muy enriquecedor y me atrevería a decir que me aporta más de lo que yo aporto.

¿Qué crees que aportas tú a los jóvenes Impulseros a los que has acompañado como mentor?
Serenidad y enfoque en la medida justa; ayudarles a pensar, reflexionar… tranquilidad, energía y motivación para salir adelante, a hacerles ver que son realmente buenos y sólo depende de ellos hacer lo que se propongan.

¿Cómo ha sido tu experiencia?
A lo largo de los años que llevo haciendo de mentor he convivido con diferentes jóvenes; algunas relaciones de mentoría son con jóvenes más estándares, que tienen claro lo que quieren hacer, que sólo necesitan un poco de acompañamiento. Pero también existen jóvenes con realidades muy complejas; con situaciones familiares muy complicadas, muchas dificultades económicas para salir adelante, problemas de inseguridad, e incluso también casos más complicados con problemas más profundos que han necesitado ayuda externa. En todas las relaciones pienso que es imprescindible la empatía y poder motivarles.

“Hay jóvenes con realidades muy complejas; con situaciones familiares muy complicadas, muchas dificultades económicas para salir adelante, problemas de inseguridad, e incluso también casos más complicados”

¿Cómo valoras en este paso por la Fundación Impulsa el acompañamiento que hace el equipo tanto a los jóvenes como a las personas que hace mentoría?
La figura de la técnica de referencia es muy importante; ellas son las verdaderas profesionales, hacen un trabajo espectacular.

De las experiencias que has vivido acompañando a Impulsers, ¿te quedarías con alguna vivencia en concreto?
Todas las relaciones de mentoría me han aportado situaciones enriquecedoras; cada uno de los encuentros es una inyección de realidad que te hace salir impactado. lo recordaré siempre. O cuando un joven me contó cómo había llegado a España.

“Todas las relaciones de mentoría me han aportado situaciones enriquecedoras; cada uno de los encuentros es una inyección de realidad que te hace salir impactado”

Completa la frase. Para ti, en una palabra, la Fundació Impulsa es…
Dinamizadora.

«La mayoría de los trabajos no se han adaptado a los cambios de actitudes y aptitudes que tienen los jóvenes, lo que provoca un desajuste entre las nuevas generaciones y lo que la empresa espera»

#ProtagonistaImpulsa 

Tania Nadal, embajadora de la Fundación Impulsa en Sabadell y promotora del voluntariado de inglés por parte de jóvenes y empresas.

Formada en el Haverford College y en la Universidad de Harvard, Estados Unidos, y en el Programa de liderazgo e innovación de ESADE, la trayectoria profesional de Tania Nadal es extensa. Miembro de la junta directiva de Egarsat, mutua de accidentes de trabajo y del consejo de administración del grupo hospitalario Clínicas Mi, también ha sido directora general del Women’s Health Institute, directora de estrategia de la Fundación Itinerarium, directora del gabinete de presidencia de Bankinter y consejera delegada de Comerzia, entre otras responsabilidades. Actualmente, es directora gerente de la Clínica Tres Torres y presidenta del Consejo Social de la Universidad Autónoma de Barcelona, ​​es también Embajadora de la Fundación Impulsa en Sabadell e impulsora de las clases gratuitas en Impulsers gracias al voluntariado de jóvenes y empresas.

¿Te gusta liderar?
Me gusta la dirección de empresa, porque me gusta entrar en la gestión micro de las organizaciones, encontrar la forma eficiente de hacer funcionar los equipos, etc.

¿Por qué crees que es importante la gestión de equipos?
La materia prima de todos los trabajos son personas y equipos, y es una pieza de la organización delicada de gestionar, pero también es muy gratificante. Cuando tratas con personas, tratas con todos sus problemas, y esto es cada vez más complicado.

¿Cuáles son los problemas más habituales a la hora de lidiar con el día a día de los trabajadores y trabajadoras?
Aumentan las bajas, el compromiso con el trabajo cuesta que sea alto y esto es un problema para los valores en los que se está educando. Antes no había tanta movilidad de trabajos, y eso tiene cosas buenas y malas. Existe mucha más información que antes y resulta mucho más fácil comparar y ver qué se ofrece en otras bandas. Por lo general, los jóvenes están desencantados con muchos aspectos de la vida; creo que les falta encontrar la motivación por exceso de opciones y de información. Esto les dificulta saber qué quieren, animarse o motivarse, lo que hace que tengan menos compromiso. Por suerte, no todos son así, pero es algo a tener en cuenta y que se debe trabajar.

¿Qué esperan de un joven las empresas?
A las empresas todavía les cuesta entender las nuevas necesidades de los jóvenes. Antes vivíamos para trabajar y ahora los jóvenes trabajan por vivir. La mayoría de los trabajos no se han adaptado a los cambios de actitudes y aptitudes que tienen los jóvenes, lo que provoca un desajuste entre las nuevas generaciones y lo que la empresa espera, sin embargo, en la medida en que como empresas somos capaces de cambiar la mirada, nos encontramos en un momento muy interesante y que se convierte en un reto para las personas que estamos liderando.

«A las empresas todavía les cuesta entender las nuevas necesidades de los jóvenes. Antes vivíamos para trabajar y ahora los jóvenes trabajan para vivir.»

¿Cómo se afronta ese reto?
Yo intento ser optimista: creo que es una generación con mejor formación que cualquier otra y que tienen muchísimas oportunidades. Cuando se consiga encontrar el equilibrio entre las nuevas generaciones y lo que la empresa espera, será muy sano para la sociedad. También es necesario reformular la educación: hay clases que todavía se están impartiendo siguiendo la metodología que recibían nuestros abuelos, y ahora esto no toca. Ni tampoco toca evaluar cómo se hace. Hacen falta formaciones mucho más prácticas que enseñen a los jóvenes también a utilizar las nuevas tecnologías para llegar.

«Hay que formar más lejos de dónde hemos llegado nosotros. Aquí la Formación Profesional tiene un papel fundamental y se convierte también en una forma más atractiva e interesante para que los jóvenes continúen sus estudios. Además, son estudios mucho más enfocados a los puestos de trabajo y también más buscados por las empresas.s mucho más prácticas que enseñen también a los jóvenes a utilizar las nuevas tecnologías para llegar más lejos de dónde hemos llegado nosotros. Aquí la Formación Profesional tiene un papel fundamental.»

¿Es un ejemplo de tu confianza en los jóvenes el hecho de ser la Embajadora de la Fundación Impulsa en Sabadell? ¿Cómo nace este vínculo?

Por casualidades de la vida, me puse en contacto con la Fundación Impulsa hace cuatro años por un tema de mentoría; en EE.UU. la mentoría está muy arraigada y creo mucho. Conocí el proyecto y lo encontré precioso: ataca un problema muy real que tenemos en la sociedad y trabaja con jóvenes que viven a 200 metros de casa y que van a la misma escuela que mis hijos; esto me enamoró.

Por un lado, existen estos jóvenes que tienen la motivación para seguir estudiando, pero que les faltan los recursos para hacerlo; y, por otra, las empresas pidiendo perfiles técnicos para cubrir puestos de trabajo que hoy en día no se están cubriendo. Vi clarísimo el proyecto, está muy bien pensado, cuenta con un equipo humano impresionante detrás y persigue un objetivo muy claro, cuyos resultados prueban que el Método Impulsa funciona y es necesario.

¿Cómo animas a nuevas empresas a sumarse al proyecto de la Fundació Impulsa?
A cambio de aportaciones relativamente pequeñas, las empresas tienen la oportunidad de cambiar la vida de personas que están junto a casa y contribuir a tener mano de obra más calificada. Es una ganancia para todos. Además, también les digo que aprovechen para implicarse haciendo mentoría en las diferentes modalidades que ofrece la Fundación Impulsa y que se convierte también en una herramienta para facilitar a los trabajadores y trabajadoras lo que comentábamos antes: más allá de un sueldo y un buen horario , los trabajadores piden a las empresas que les ofrezcan cosas fuera del trabajo, y la mentoría social es una muy buena manera de fidelizar a trabajadores.

Crees mucho en la mentoría. ¿Por qué?

Es una manera muy bonita y fácil de apoyar y acompañar de forma poco intrusiva, pero muy efectiva. Es muy beneficiosa para los mentorados, pero también para los mentores; cada vez hay más personas que sabemos que recibimos mucho más cuando damos a los demás, aunque no siempre podemos adquirir los compromisos que quisiéramos por falta de tiempo. No es fácil poder hacerlo de forma flexible y que te aporte tanto como la mentoría que ofrece la Fundación Impulsa, que te da una satisfacción muy grande porque vives los resultados en primera persona.

Completa la frase. Para ti, en una palabra, la Fundación Impulsa es…

Oportunidades.

«Somos una empresa familiar y nuestro equipo es lo que nos hace especiales»

#ProtagonistaImpulsa 

Helena Jornet es la gerente y responsable de Helena Jornet Finques, una empresa familiar de Sant Feliu de Guíxols con más de treinta años de experiencia en servicios inmobiliarios: especialistas en compraventa, alquiler de inmuebles, alquiler vacacional, gestión de comunidades , administración de fincas y todo tipo de seguros. Su relación con la Fundación Impulsa se inicia a raíz de la organización de la fiesta solidaria #JornetFest, de la que Impulsa fue beneficiaria el pasado año con una recaudación de más de 20.000 euros para destinar a las Becas Impulsa.

¿Cómo nace Helena Jornet Finques?
A finales de la década de los ochenta y por casualidad, tuve la oportunidad de comercializar una promoción de viviendas en s’Agaró, en la playa de Sant Pol, y enseguida descubrí que este trabajo me apasionaba. Tanto me cautivó que después de más de treinta años de experiencia y dedicación al sector inmobiliario, puedo decir que acabó convirtiéndose en el trabajo de mi vida. Con el tiempo y en plena crisis del sector, decidí emprender mi empresa, Helena Jornet Finques, una inmobiliaria que inicialmente se especializaba en la compraventa y alquiler de propiedades en la Costa Brava. Y lo hice con dos oficinas: una frente al monasterio de Sant Feliu de Guíxols, y la otra frente a la plaza del mercado de Santa Cristina d’Aro. Como decía al principio, me gustan las emociones fuertes, y siempre he tenido el apoyo de Cesc, mi marido, y eso me ha permitido tomar decisiones valientes. Además, me siento muy orgullosa de que mis dos hijos compartan la pasión por este trabajo y formen parte del equipo.

«Me gustan las emociones fuertes y siempre he tenido el apoyo de Cesc, mi marido, y eso me ha permitido tomar decisiones valientes»

Sois una empresa familiar que no ha parado de crecer…
Nuestras tres oficinas actuales las adquirimos al cabo de unos años. Todo empezó cuando abrimos las puertas de la oficina de la Rambla de Sant Feliu de Guíxols, esquina con el paseo del Mar, una ubicación privilegiada que nos permitió crecer y ampliar nuestros servicios, nuestro equipo y nuestra cartera de clientes y de propiedades. Tanto fue así que más adelante abrimos las puertas de otra oficina situada junto a un edificio emblemático de Sant Feliu, el Casino, también frente al Paseo, que nos permitió consolidarnos. En verano de 2019, abrimos las puertas de la nueva oficina en el paseo marítimo de Sant Antoni de Calonge y junto a Palamós, que nos ha permitido continuar ofreciendo nuestros servicios inmobiliarios y seguir creciendo en la Costa Brava, con más producto y con mayor volumen. Somos una empresa familiar y nuestro equipo es lo que nos hace especiales: estoy rodeada de grandes profesionales, una quincena de expertos en sus campos.

Una profesionalidad que ha visto premiada en varias ocasiones.
En 2019 recibimos el premio cinco estrellas a mejor inmobiliaria en marketing del Estado español, un premio que nos revalidaron en 2020 y nos otorgaron otros dos premios, el de mejor inmobiliaria y el de mejor web inmobiliaria del Estado español. Además, nominaron la web como una de las mejores del continente europeo. A todo esto, cabe añadir que el jurado de los Luxury Lifestyle Awards, los premios más relevantes del sector del lujo, nos ha escogido como la mejor inmobiliaria de lujo de la Costa Brava con el premio Best Luxury Real Estate Agency Costa Brava. Estamos en una búsqueda constante de la excelencia; por eso, para nosotros, estos premios que hemos recibido son un reconocimiento a la perseverancia, a la pasión y al trabajo bien hecho de nuestro equipo. Estoy segura de que es precisamente esto lo que nos va a permitir superar todas las adversidades.

Prueba de la importancia de buscar formas de superar las adversidades, es la buena respuesta que tuvo la primera edición del Jornet Fest. ¿Cómo nace esta iniciativa?
Hemos apostado siempre por hacer un marketing muy relacionado con la cultura y la acción social, porque es lo que nos mueve. Pensamos que es importante poder revertir nuestro día a día en acciones de este tipo y después de la pandemia vimos la necesidad de hacer algo para animar al entorno que nos rodea. Todo el mundo estaba desanimado y cansado, y quisimos hacer una fiesta para celebrar la vida.

«Después de la pandemia vimos la necesidad de hacer algo para animar el entorno que nos rodea»

Un buen lema, el de celebrar la vida. ¿Por qué cree que es importante?
Porque el ritmo diario nos hace perder de vista muchas cosas y no valorar lo que tenemos. Esta fiesta fue como hacer una parada para valorarlo y tomar energía para gestionar la locura de la rutina diaria: la vida es muy bonita y debemos celebrarlo y no perderlo de vista.

¿Por eso ha dado continuidad a la Jornet Fest?
Sí, hubo mucho trabajo, pero lo pasamos muy bien y participó muchísima gente. Es una fiesta que, en la primera edición, se hizo grande sin haberlo previsto, y eso nos llevó a decidir que al año siguiente le daríamos un giro para darle un cariz solidario. A veces las cosas más bonitas salen así, de la improvisación y de trabajar conjuntamente. Después de esta decisión, la voluntad es cada año ir apadrinando a más entidades que generen un impacto positivo en el Baix Empordà.

«La voluntad es cada año ir apadrinando a más entidades que generen un impacto positivo en el Baix Empordà»

¿Qué le llevó a apostar por la Fundación Impulsa como entidad beneficiaria del año pasado?

Ante todo, el hecho de conocer de primera mano el trabajo de las personas que lo hacen posible: cuando nos vinieron a presentar el proyecto le encontramos mucho sentido. A veces pensamos en grandes enfermedades y no vemos tan necesarias estas ayudas, pero realmente lo son. Además, hacía poco que habían entrado en el Baix Empordà y nos pareció que hacen una tarea imprescindible que creemos que es importante que siga creciendo.

«Cuando nos vinieron a presentar el proyecto (de la Fundación Impulsa), le encontramos mucho sentido […] hacen una tarea imprescindible que creemos que es importante que siga creciendo»

¿Qué destacarías de la labor de la Fundación Impulsa?
Que den oportunidades a los jóvenes que están haciendo bien su trabajo, pero que, por motivos socioeconómicos, necesitan un acompañamiento que les impulse a seguir adelante. Contar con estos jóvenes es muy importante porque pueden aportar mucho valor a la sociedad.

Este año volverá a haber un #JornetFest?
Sí, será el 18 de julio en el Village del Porta Ferrada, festival del que somos patrocinadores desde hace muchos años. Este año, la entidad beneficiaria será la Fundación Eurofirms, por su proyecto que apadrina a personas con diversidad funcional y les ofrece becas para formarse en el sector tecnológico. Pronto faltarán muchas personas formadas en este ámbito, habrá más demanda que oferta, y creemos que es una muy buena forma de dar oportunidades a estas personas en situación de vulnerabilidad para que puedan construir su futuro.

Completa la frase. Para ti, en una palabra, la Fundación Impulsa es…
Un tesoro.

Confiamos en los jóvenes

Calle del Bisbe Morgades, 46
08500 Vic. Barcelona