Buscamos 100 nuevos mentores/as para transformar el futuro de los jóvenes en situación de vulnerabilidad

La Fundació Impulsa abre la convocatoria para incorporar nuevos mentores y mentoras voluntarios que quieran acompañar a jóvenes de entre 16 y 20 años que cursarán un ciclo de Formación Profesional el próximo curso 2025-2026 gracias a la Beca Impulsa.

El acompañamiento es una pieza clave dentro del Método Impulsa, y por eso buscamos personas comprometidas, con espíritu solidario y ganas de compartir tiempo y experiencia con jóvenes que quieren construir un futuro mejor. Este año, el objetivo es sumar 100 nuevos mentores y mentoras a la red de voluntariado de la Fundación, repartidos entre todos los territorios donde estamos presentes.

Ser mentor es establecer un vínculo de confianza con un joven que inicia un ciclo formativo, acompañarlo en su crecimiento personal y ayudarlo a ganar confianza, orientarlo y motivarlo para alcanzar sus retos. Los jóvenes Impulsers provienen de situaciones socioeconómicas vulnerables, pero tienen un fuerte compromiso con los estudios y una gran motivación para seguir adelante.

¿Qué implica ser mentor o mentora?

La Fundación Impulsa tiene un programa de Mentoría muy completo, que incluye:

  • Compromiso de mínimo un curso (óptimo dos).

  • Dedicación estimada: 5 horas mensuales, repartidas entre encuentros presenciales con el joven, formaciones y acompañamiento.

  • Acompañamiento por una técnica de referencia del equipo psicopedagógico, que orienta y guía al mentor/a en la relación con el joven.

  • Plan formativo específico que empieza incluso antes de conocer al joven, y que va proporcionando herramientas a los mentores para dar respuesta a las necesidades que irán surgiendo en su relación de mentoría.

Para este próximo curso 2025 – 2026, el Programa Impulsa Mentoría se desarrollará en los territorios de Osona, la Garrotxa, el Berguedà, el Moianès, la Anoia, el Bages, el Baix Empordà, el Vallès Occidental (Terrassa y Sabadell), el Gironès, el Alt Penedès, la Selva y el Pla de l’Estany.

Voluntariado individual vs Voluntariado corporativo

La tarea de mentor/a la puede realizar cualquier persona particular de más de 30 años con experiencia personal y profesional, y también a través de un voluntariado corporativo dentro de la misma empresa donde trabaja. Todas aquellas Organizaciones Impulsoras que ya dan apoyo al proyecto a través de un donativo, y que quieren desarrollar su RSC a través de un voluntariado corporativo, pueden ofrecer a sus trabajadores la posibilidad de realizar un voluntariado como mentores/as con la Fundación Impulsa.

Mentoría acreditada por el sello MC de la Coordinadora de Mentoría Social

La Fundació Impulsa cuenta con el sello MC de calidad en mentoría social, otorgado por la Coordinadora de Mentoría Social, que certifica que el programa de Impulsa cumple los estándares de calidad establecidos a nivel europeo. Esta acreditación reconoce que el programa de mentoría de Impulsa es sólido, estructurado y avalado por una metodología contrastada, y garantiza que el vínculo entre mentor y joven se basa en la confianza, el compromiso y un seguimiento riguroso por parte del equipo técnico.

Ser mentor/a es una experiencia enriquecedora y transformadora, tanto para el joven como para la persona voluntaria. Ofrece la oportunidad de conectar con una generación con talento, empuje y ganas de aprender, y de formar parte activa de un proyecto que lucha por la igualdad de oportunidades y la cohesión social.

Si estás interesado en hacerte mentor/a, inscríbete rellenando el formulario que encontrarás en el siguiente enlace.

En caso de que seas una empresa y estés interesada en desarrollar un programa de voluntariado corporativo, en el que tus trabajadores puedan hacer de mentores de los jóvenes de Impulsa, responde las siguientes preguntas en este enlace y te contactaremos en breve.

Una historia de superación para inspirar a los jóvenes Impulsers.

Con la voluntad de seguir ofreciendo herramientas para el crecimiento personal y emocional de los jóvenes, desde la Fundación Impulsa hemos organizado una nueva sesión formativa con el objetivo de garantizar un acompañamiento integral a los jóvenes. En esta ocasión, el objetivo ha sido abordar las adicciones desde una mirada honesta y en primera persona, gracias al testimonio de Heribert Cortés.

Heribert, actualmente trabajando como integrador social, ha compartido con los jóvenes Impulsers su relato de vida: un recorrido vital marcado por la adicción a las drogas y, posteriormente, por un proceso de superación que le ha llevado a reconducir su proyecto personal y profesional.

¿Cómo empieza tu relación con las drogas?

«Soy un chico que viene de familia trabajadora, que vivía con muchas inseguridades, muy tímido, con una necesidad muy bestia de gustar a los demás y que, una vez terminado el instituto y no sacarme la ESO, empiezo a trabajar en la construcción con 16 años. Un año después, el 18 de julio, pruebo la droga en una cena de empresa y así empieza mi historia y dependencia. Paso por diferentes etapas de consumo, y con el tiempo empiezo a abusar, hasta que en poco tiempo me convierto en un adicto.»

¿Cuál ha sido el proceso hasta llegar a donde estás ahora, como integrador social?

«Mi historia con las drogas dura desde los 17 hasta los 33 años, con una temporada de abstinencia después de pasar por una comunidad terapéutica, pero que termina en recaída y con una adicción llevada al extremo más absoluto.*

*En 2019, con 33 años, ingreso en una comunidad terapéutica donde encuentro mi vocación, y decido cursar unos estudios para poder acompañar a personas que tienen la problemática que yo sufrí.»

¿Qué finalidad tienen las sesiones como la que has hecho con los jóvenes de la Fundación Impulsa?

«Participo en sesiones como estas con jóvenes para poder visibilizar el tema de la drogodependencia, ya que cada vez el inicio del consumo es más temprano y el riesgo de peligro se percibe cada vez más bajo por parte de los jóvenes. Con estas sesiones intento poder ofrecer una información que yo eché en falta a mi edad escolar.»

¿Cuáles son las claves para poder prevenir situaciones como la tuya?

«Creo que tener información sobre lo que son las drogas, cómo actúan y las posibles consecuencias, sería un buen comienzo. Educar desde bien jóvenes es una buena herramienta para empezar a concienciar. Y después, poder trabajar las habilidades sociales, tan importantes a lo largo de nuestra vida, y dotar de herramientas desde bien pequeños.*

*Sabemos que las drogas son malas, pero es importante trasladarlo no desde el alarmismo, sino desde el conocimiento. Y que hay muchas maneras de gestionar los imprevistos de la vida, muchas formas de encontrar la felicidad y muchas maneras de convivir con los malestares en general, sin tener que recurrir a ninguna sustancia. En resumen: que la vida puede ser maravillosa sin tener que consumir.»

¿Qué aprendizajes has extraído a partir de tu proceso de recuperación?

«Principalmente, conocerme a mí mismo, como aprendizaje muy general. Si desglosamos un poco más, a partir de saber cómo era he aprendido el valor de las cosas que hago, a valorarme a mí mismo, a comunicarme desde la calma, sin miedo al qué dirán, a decir te quiero… Todo muy ligado a la autoestima y a la necesidad de gustar a los demás, que es lo que me llevó al consumo y a la adicción.»

La sesión ha sido una fuente de inspiración para los jóvenes Impulsers, que han podido reflexionar sobre la importancia del autoconocimiento, la gestión emocional y la capacidad de superar obstáculos para construir un futuro mejor.

«Cuando hay personas que se quedan atrás, se pone en riesgo la cohesión social, y es necesario afrontarlo, ya que sus consecuencias también impactan en el mundo empresarial.» — Xavier Carles

Xavier Carles i Tort es socio y director general de Grup Carles. Ingeniero técnico industrial en química y mecánica (UPC), y formado en posgrados en gestión medioambiental y dirección empresarial (IESE), su incorporación a la empresa fue ligada al lanzamiento de los servicios de consultoría medioambiental, precursora del actual área de Consultoría en Sostenibilidad. Posteriormente, dirigió algunas de las filiales del Grupo, para después asumir la Dirección General corporativa. Actualmente, el Grup Carles está formado por cinco empresas, más de 100 profesionales y una larga lista de clientes y colaboradores que reman para ofrecer servicios transversales en diferentes ámbitos. Además de ser Organización Impulsora, el Grup Carles tiene la suerte de que su director sea también Embajador de la Fundació Impulsa en la Anoia.

Grup Carles ofrece un servicio multidisciplinar poco habitual en el mercado actual. ¿En qué se concreta esta oferta?
La amplitud de servicios nos viene desde la fundación de la empresa por parte de mi abuelo, mi padre y mi tío. Mi padre es ingeniero y mi tío economista, y ya desde el principio ofrecieron servicios de ingeniería y asesoramiento fiscal, que se han ido ampliando anticipándonos a las necesidades de los clientes. En Grup Carles creemos que es importante la especialización para poder dar respuesta a las necesidades concretas de forma profesional, y a la vez sabemos que a menudo es necesario poder abordar aspectos de forma transversal. Contamos con profesionales especialistas en su rama y ámbito de actuación, pero al mismo tiempo tenemos la capacidad de coordinarnos transversalmente para ofrecer un servicio multidisciplinar. Esta especialización y transversalidad son la fuerza del Grupo.

«Contamos con profesionales especialistas en su rama y ámbito de actuación, pero al mismo tiempo tenemos la capacidad de coordinarnos transversalmente para ofrecer un servicio multidisciplinar.»

¿Podemos decir que tocáis casi todos los sectores de la economía?
Actualmente, ofrecemos servicios de ingeniería y consultoría en sostenibilidad, asesoramiento fiscal, contable y laboral, asesoramiento jurídico y consultoría en dirección de personas, y finalmente servicios inmobiliarios. También tenemos Grup Carles Rural, una filial que se dedica a ofrecer servicios en el sector agrícola y ganadero. Además, tenemos otra participada, que es una correduría de seguros. Podemos decir que, en cierto modo, tocamos casi todas las ramas, sí.

Tu incorporación al Grup Carles fue ligada al desarrollo de la consultoría medioambiental. ¿Qué os llevó a crear esta nueva rama?
En aquel momento, la cuestión ambiental empezaba a aflorar. Se había creado el Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña y las empresas comenzaban a notar cierta presión para adaptarse a las nuevas regulaciones ambientales. Como Grupo, vi una oportunidad para dar respuesta; tenía ganas de innovar y, como área de negocio, el ámbito medioambiental me motivaba desde el punto de vista de los valores.

«Tenía ganas de innovar y, como área de negocio, el ámbito medioambiental me motivaba desde el punto de vista de los valores.»

¿Cuál es el mayor desafío en términos de sostenibilidad?
La sostenibilidad se entiende desde tres vertientes: la económica, la social y la ambiental. Tenemos una gran amenaza global, que es el cambio climático, y hay que darle respuesta. Y tenemos retos importantes relacionados con el mantenimiento de la cohesión social. Aquí se engloban diferentes aspectos: desde temas relacionados con la vivienda hasta el desempleo juvenil, la inmigración… Cuando hay personas que quedan atrás, se pone en riesgo la cohesión social, un valor fundamental que debemos preservar, y hay que afrontarlo porque sus consecuencias también impactan en el mundo empresarial. Después están también los desafíos a nivel empresarial, como puede ser la atracción del talento, ya que nos encontramos ante una escasez de profesionales formados y con motivación.

«Tenemos retos importantes relacionados con el mantenimiento de la cohesión social (…) y también hay desafíos a nivel empresarial, como la atracción del talento.»

¿Es esa percepción de falta de talento lo que te lleva a hacerte Embajador de la Fundació Impulsa en la Anoia?
Cuando conocí el proyecto, enseguida me atrapó y nos implicamos como empresa haciendo mentoría a un joven en Osona, donde también tenemos una oficina. Es un proyecto impulsado desde el mundo empresarial, del que yo provengo; está gestionado con unos criterios de eficiencia empresarial, con un equipo técnico muy profesional y con mucha alma, y me gustó que era un proyecto muy escalable y que se quería extender por todo el país de forma eficiente. Entonces, consciente de la realidad de jóvenes de la Anoia que abandonaban prematuramente los estudios por situaciones de vulnerabilidad social y económica, y de empresas que, como la nuestra, sufren la falta de personal cualificado, pensé que tenía mucho sentido implantar el proyecto en la Anoia. Dijimos que no solo colaboraríamos desde la empresa haciendo donaciones y mentoría, sino que me veía con ánimos de llevar este proyecto a la Anoia. Y así nace mi implicación como Embajador de la Fundació Impulsa.

«[El proyecto de la Fundació Impulsa] está gestionado con unos criterios de eficiencia empresarial, con un equipo técnico muy profesional y con mucha alma, y me gustó que era un proyecto muy escalable y que se quería extender por todo el país de forma eficiente.»

¿Cómo vives esta experiencia?

Pienso que es muy importante este trabajo en red que se forja a través del Método Impulsa. Los jóvenes necesitan una formación y una titulación, es la puerta de entrada al mundo laboral; formación para obtener una titulación, pero también para adquirir una formación en valores y competencias transversales. Para conseguirlo, se necesita una estabilidad mínima que lo permita, y también referentes que les ayuden a no perder el foco. Por eso, el hecho de lograr que instituciones, empresas, entidades, centros educativos, mentores… rememos juntos para contribuir a esta tarea es muy enriquecedor y satisfactorio.

«Los jóvenes necesitan una formación y una titulación, es la puerta de entrada al mundo laboral; formación para obtener una titulación, pero también para adquirir una formación en valores y competencias transversales»

¿Tienes confianza en los jóvenes?
Sé que es difícil no caer en tópicos, pero no creo en las generalizaciones pesimistas que se hacen de los jóvenes. Es cierto que hay elementos generacionales y que pueden tener un sentimiento de desesperanza porque les estamos dejando un mundo muy complicado, pero pienso que los jóvenes están muy preparados. Hay muchos que saben lo que quieren y que tienen ganas de mejorar el mundo, y yo creo en ellos.

«Pienso que los jóvenes están muy preparados. Hay muchos que saben lo que quieren y que tienen ganas de mejorar el mundo, y yo creo en ellos»

¿Ser Embajador de la Fundació Impulsa es una manera de mostrar esta apuesta por el futuro?
Los jóvenes de Impulsa son jóvenes que no lo tienen fácil, pero que tienen la motivación para seguir adelante; por lo tanto, creo que son quienes más ganas tienen de aprovechar las oportunidades. Me atrevería a decir que su paso por la Fundació Impulsa los deja en una situación mejor que la media de jóvenes; aprovechan mucho esta oportunidad y también toda la formación que reciben en competencias transversales, orientación laboral… Los jóvenes Impulsers son jóvenes que terminan los estudios con una preparación superior a la media.

«Los jóvenes Impulsers son jóvenes que terminan los estudios con una preparación superior a la media»

Completa la frase. Para ti, en una palabra, la Fundació Impulsa es…
Compromiso.

La Fundació Impulsa incorpora dos nuevos Embajadores para seguir tejiendo red territorial e impulsar oportunidades para los jóvenes

Con la voluntad de seguir ampliando la red de embajadores de la Fundació Impulsa y acercar el proyecto a cada territorio, incorporamos dos nuevas figuras referentes que harán de puente entre el tejido social y empresarial del territorio y la misión de nuestra Fundación: Montse Argemí, que se suma a la embajada de Sabadell junto a Tània Nadal, y Xavier Corrons, que se estrena también como Embajador en la comarca del Bages, junto a Imma Riba. Ambos aportan un conocimiento profundo del territorio y un fuerte compromiso con la cohesión social y la equidad de oportunidades.

La figura de los Embajadores y Embajadoras es clave dentro del Método Impulsa, ya que son personas voluntarias, habitualmente vinculadas al mundo empresarial y/o asociativo, con una amplia red relacional y conocimiento del tejido local. Desde esta posición, actúan como prescriptores del proyecto en el territorio, ayudando a crear vínculos de confianza con empresas, administraciones y agentes sociales.

Montse Argemí, embajadora en Sabadell

Licenciada en Derecho y con una sólida trayectoria en el ámbito jurídico y empresarial, Montse Argemí ha estado vinculada durante años a la gestión de empresas de servicios relacionadas con los sectores del trabajo temporal, del outsourcing o de la consultoría energética. Actualmente centra su actividad profesional en la empresa inmobiliaria familiar, sin abandonar su implicación en el ámbito asociativo: es vicepresidenta de PIMEC Vallès Occidental, miembro del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Sabadell y forma parte de la Junta de la Asociación de Industrias Químicas de Cataluña (AIQC).

“La Fundación Impulsa es un proyecto que me enamoró desde el primer día. Me entusiasmó su propósito y las personas que hay detrás, que con esfuerzo y constancia trabajan para que cada vez llegue a más jóvenes. Para mí es un privilegio ir de la mano de Tània Nadal en Sabadell”, asegura Montse.

Su experiencia en ámbitos como los recursos humanos y la formación la han hecho muy consciente de la falta de profesionales cualificados y del desajuste entre las necesidades laborales y la formación. En este sentido, destaca el papel transformador de la Fundación Impulsa: “Tiene un valor muy importante porque trabaja para fomentar la igualdad de oportunidades y para que jóvenes con talento y ganas puedan seguir formándose y alcanzar sus objetivos.”

 

Xavier Corrons, embajador en el Bages

Con una trayectoria consolidada como directivo en empresas industriales, Xavier Corrons ha ocupado cargos de responsabilidad de dirección en empresas como AUSA, Regaber, ICL Iberia o Leds C4. Recientemente, se ha incorporado a Figueras Seating, y mantiene un interés activo en promover iniciativas que generen impacto social real en el territorio.

“No todo el mundo tiene lo que se merece. Y por eso hay que encontrar maneras de dar oportunidades a quienes sí las merecen, para que puedan desarrollar un proyecto vital muy potente. Impulsa es una entidad que permite a estas personas tener una oportunidad real de futuro.”

Xavier conoce de cerca el mundo de la empresa y la necesidad de contar con talento joven preparado. A través de su vinculación como Embajador, quiere ayudar a hacer crecer el proyecto en la comarca del Bages y contribuir a generar nuevas complicidades entre el mundo empresarial y social.

Una red en crecimiento para transformar vidas

La incorporación de nuevos embajadores forma parte de la estrategia de la Fundación Impulsa para fortalecer su presencia territorial y continuar ampliando el impacto de su modelo de acompañamiento integral a jóvenes en situación de vulnerabilidad. Desde sus inicios, la Fundación ha becado a más de 650 jóvenes y ha construido una red sólida de personas voluntarias, Organizaciones Impulsoras, centros educativos e instituciones que creen en el poder de la educación como herramienta de transformación social.

 

Educar en la adolescencia: la ponencia de Jordi Nomen en la Charla Divulgativa de la Fundació Impulsa.

Jordi Nomen, reconocido profesor de filosofía y experto en educación emocional y pensamiento crítico, fue el ponente de la novena Charla Divulgativa organizada por la Fundació Impulsa. Bajo el título Cómo hablar con adolescentes y que nos escuchen, la sesión reunió virtualmente a familias, docentes, mentores y profesionales de la educación con el objetivo de reflexionar y aprender herramientas para mejorar la comunicación con los jóvenes.

“Los adolescentes no son seres de otro mundo, son seres de nuestro mundo”, comienza Nomen en su intervención.

Adolescencia: un viaje hacia la autonomía

Con una metáfora inspiradora basada en el poema de William Ernest Henley, Nomen compara el paso por la adolescencia con una travesía marina, donde cada joven debe aprender a navegar por aguas llenas de incertidumbre, equipado con una brújula emocional y racional, y con un puerto-proyecto hacia donde dirigirse.

“Educar —dice— es ayudarles a ser capitanes de su propia alma: aprender a gestionar impulsos, tomar decisiones con sentido y aceptar que no se puede controlar el viento, pero sí orientar las velas.”

Romper los mitos sobre la adolescencia

Nomen dedica parte de su intervención a desmontar 10 mitos muy extendidos sobre la adolescencia: que han perdido la infancia, que solo buscan el conflicto, que ya no necesitan a la familia, que son irresponsables o que están esclavizados por la tecnología. Según Nomen, hay que dejar atrás estas visiones estigmatizadoras y entender que la adolescencia es una etapa fundamental del desarrollo humano, llena de vulnerabilidad, pero también de potencial y aprendizaje.

Comprender el mundo adolescente

A través de 15 puntos clave, Jordi Nomen ofrece una mirada profunda al mundo interior de los adolescentes, desde el peso de la responsabilidad que sienten, hasta la presión social, la construcción de su identidad, las primeras veces o su necesidad de experiencias reales y de confianza.

El discurso no enseña tanto como la experiencia. Los adolescentes aprenden de lo que viven, de lo que ven, no de lo que oyen en un sermón”, subraya.

También alerta sobre la necesidad de ayudarles a gestionar riesgos reales —como las adicciones, los trastornos de conducta o las presiones de las redes sociales— sin sobreproteger ni desproteger.

Los riesgos existen. No podemos encerrar a los jóvenes en una burbuja de cristal, pero sí enseñarles a navegar por ellos”, afirma.

Claves para una comunicación significativa

Acompañar en la adolescencia no es fácil. Por ello, Nomen pone énfasis en 12 claves para generar un acompañamiento emocional sólido, como:

  • Apego seguro: combinar amor y exigencia.

  • Tiempo de calidad y escucha real.

  • Coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.

  • Diálogo conducido con empatía y paciencia.

  • Compartir experiencias y evitar etiquetas.

  • Permanecer presentes, ni como controladores ni como ausentes.

  • Efecto Pigmalión en positivo: esperar lo mejor de los jóvenes, pero ayudarles a prevenir lo peor.

También defiende el valor de recordar la propia adolescencia con realismo —sin idealizaciones— para establecer puentes intergeneracionales basados en el respeto y la comprensión.

Educar para la libertad y el compromiso

La intervención finaliza con una llamada clara:

“Debemos educar para la libertad y para el compromiso democrático. Que salgan y hagan del mundo un lugar mejor.”

La charla se cierra con un mensaje que conecta plenamente con la misión de la Fundació Impulsa: acompañar a los jóvenes en situación de vulnerabilidad para que puedan construir su futuro con confianza, herramientas y oportunidades.

Desde la Fundació Impulsa, agradecemos profundamente a Jordi Nomen por su ponencia clara, inspiradora y fundamentada, y a todas las personas asistentes por formar parte de este espacio de crecimiento colectivo.

Nace «Conectamos con Impuls_@», una iniciativa para reforzar el vínculo con las Organizaciones Impulsoras

La Fundación Impulsa ha puesto en marcha «Conectamos con Impuls_@«, una nueva iniciativa con el objetivo de reforzar la relación y el compromiso social de las empresas que forman parte de la Red de Organizaciones Impulsoras.

Este primer encuentro se ha celebrado en las instalaciones de Roansa, empresa anfitriona de la jornada, donde su director, Santi Anglada, ha compartido de primera mano el proyecto empresarial, así como las razones que les llevaron a sumarse a la comunidad Impulsa. Un espacio cercano e inspirador que ha permitido hacer networking entre empresas comprometidas con la transformación social y conocer buenas prácticas que ayudan a generar impacto positivo desde el ámbito empresarial.

Durante la sesión, el equipo de la Fundació Impulsa ha aprovechado también para hacer balance de la labor desarrollada con los jóvenes en situación de vulnerabilidad socioeconómica, así como para compartir las principales novedades del año y las líneas estratégicas de futuro marcadas por la nueva presidencia, con la voluntad de seguir fortaleciendo alianzas y ampliando el impacto social del proyecto.

Con «Conectamos con Impuls_@», se busca crear una dinámica de encuentros en pequeño formato en las sedes de distintas organizaciones impulsoras, que permita fomentar la red relacional, compartir valores y generar conocimiento compartido en torno a la responsabilidad social y el acompañamiento al talento joven.

Desde Impulsa, queremos agradecer a todo el equipo de Roansa por habernos cedido sus instalaciones, y también a todas las empresas participantes por venir, escuchar y formar parte del proyecto Impulsa.

MGC Mutua (Mutua General de Catalunya) y Fundació Impulsa: Un compromiso compartido con el acompañamiento y el desarrollo de los jóvenes

Desde la Fundació Impulsa apostamos por un acompañamiento integral a los jóvenes para que puedan cursar un ciclo de Formación Profesional y acceder al mundo laboral en igualdad de oportunidades. Un propósito que comparte MGC Mútua (Mutua General de Catalunya), una entidad con casi medio siglo de experiencia en el ámbito de la salud y el bienestar, que hace de la proximidad, la confianza y el apoyo continuado los pilares de su manera de trabajar.

Si bien la Fundació Impulsa acompaña a jóvenes en situación de vulnerabilidad para que puedan formarse y acceder al mercado laboral en condiciones de igualdad, MGC Mútua acompaña a las personas en todas las etapas de su vida, ofrece servicios sanitarios de calidad y fomenta hábitos saludables para el bienestar físico y emocional. Ambas entidades trabajan con un objetivo común: poner a la persona en el centro de la acción y proporcionarle herramientas para que pueda desarrollarse y prosperar en su entorno.

En MGC Mútua, la confianza y la proximidad son clave en su relación con los mutualistas. Su filosofía de trabajo se basa en la atención personalizada y el apoyo continuado, valores que también definen el Método Impulsa, donde los jóvenes becados no solo reciben una ayuda económica para cursar sus estudios de FP, sino que también cuentan con el acompañamiento de una persona mentora, así como con el apoyo del equipo psicopedagógico. Esta red de apoyo permite a los jóvenes afrontar sus estudios con mayor seguridad y autoestima, y facilita su inserción laboral y su crecimiento personal.

Tanto MGC Mútua como la Fundación Impulsa apostamos por una visión a largo plazo. Más allá de las necesidades inmediatas, trabajamos para generar un impacto social positivo y sostenido, tanto en el impulso de programas y acciones enfocadas a la prevención y promoción de la salud, promoviendo la autonomía y la calidad de vida, como en el apoyo continuado a los jóvenes, asegurando que no solo completen sus estudios, sino que adquieran competencias transversales y valores que les permitan afrontar con éxito su futuro profesional.

Ambas entidades comparten un fuerte compromiso social, que se materializa en diferentes iniciativas y proyectos de responsabilidad social corporativa, así como en el trabajo en red con empresas y entidades del territorio para garantizar una proximidad territorial y un arraigo continuado en cada área.

En los últimos tiempos, ambas entidades han establecido vínculos en proyectos sociales. Uno de ellos ha sido la donación de 13.700 euros que MGC Mútua, en el marco de su campaña solidaria “1 origami 1 euro”, hizo a la Fundació Impulsa. Además, dentro de unos meses se organizará una visita de los jóvenes Impulsers a un centro de servicios de rehabilitación y fisioterapia de MGC Mútua, y ofrecerá a los jóvenes becados de la Fundación una experiencia de proximidad con el sector sanitario y posibles salidas profesionales en este ámbito.

Gracias, MGC Mútua, por sumaros como Organización Impulsora. Esta alianza a favor de la labor de Impulsa hará posible un futuro con más oportunidades para los jóvenes.

Marzo y abril, los meses en los que se intensifican las actividades y recursos de orientación académica del Método Impulsa.

Acompañar a los jóvenes en la decisión sobre su futuro académico y profesional es esencial para garantizar que puedan seguir estudiando y acceder al mercado laboral en las mejores condiciones. Por eso, la Fundació Impulsa integra la orientación académica como una parte fundamental de su modelo de acompañamiento, ofreciendo un apoyo personalizado a través de las técnicas de referencia y de los mentores, y conectando a los jóvenes con las oportunidades formativas y profesionales de su entorno. Lo hace durante todo el año, y especialmente en los meses de marzo y abril, considerados los meses de la orientación, en los que organismos públicos y privados promueven múltiples iniciativas.

Así pues, la Fundació Impulsa ha participado en las últimas semanas en actividades de orientación en distintas ferias académicas de diversos puntos del territorio, como Terrassa y Girona, y anima a los jóvenes a asistir a ellas, ya que son espacios donde pueden conocer de primera mano las oportunidades formativas y laborales a nivel local. Estas jornadas les ayudan a ampliar su perspectiva sobre el futuro y a explorar opciones posibles, así como obtener información real y directa sobre los estudios que quieren cursar y los centros que los ofrecen. Para muchos jóvenes Impulsers, esta participación significa abrir la mente a nuevas oportunidades académicas y encaminar su futuro con más seguridad y conocimiento.

Desde Impulsa también se promueve que la orientación pueda venir de los propios jóvenes. En abril, se han organizado encuentros entre jóvenes de Ciclos Formativos de Grado Superior y jóvenes que cursan Grado Medio, con el objetivo de que los mayores compartan su experiencia al elegir su especialización. Este intercambio entre iguales facilita una orientación cercana y realista, basada en la experiencia personal de quienes ya han dado el paso hacia una formación más especializada. Los jóvenes de grado superior y grado medio se agrupan según familia profesional y/o rama técnica escogida.

Los mentores también juegan un papel clave en este proceso de orientación. Por eso, desde Impulsa se les ayuda para que puedan desarrollar este acompañamiento. En estas últimas semanas se les ha ofrecido una formación dentro de su plan formativo sobre “Orientación académica y profesional”, donde se les han dado las herramientas para poder guiar a los jóvenes en esta etapa. Desde el equipo psicopedagógico, que acompaña a los jóvenes y a los mentores, también se ha preparado una Guía de Orientación que se les ha entregado este marzo, y el pasado febrero ya se les hizo llegar toda una serie de recursos existentes en sus territorios, entre los que estaban las ferias locales de orientación académica y profesional. Todos estos recursos permiten a los mentores poder hacer una reflexión conjunta con los jóvenes sobre su futuro.

Impulsa es muy consciente de la importancia de poder acompañar a los jóvenes en este proceso de orientación, y por eso este año se ha incrementado el número de visitas a empresas, realizando un par de visitas mensuales a compañías mayoritariamente de la Red de Organizaciones Impulsoras, y muy especialmente en los meses de marzo y abril, donde se intensifica aún más esta actividad. El objetivo es que los jóvenes puedan acercarse y conocer de primera mano cómo funciona el mundo laboral, qué posiciones podrán ocupar en un futuro no muy lejano, y qué valoran las empresas en los candidatos a ser sus trabajadores. Una experiencia muy interesante para vivir de cerca su oficio.

La intensidad de acciones vinculadas a la orientación llega en un momento clave, coincidiendo con el período de preinscripciones para los estudios postobligatorios. Este año, el Gobierno ha anunciado un incremento de 7.583 plazas para los ciclos formativos de Formación Profesional (FP), consolidando así una apuesta decidida por este modelo educativo como una vía de acceso al mercado laboral calificado. Este aumento de plazas responde a la creciente demanda y a la necesidad de cubrir perfiles profesionales que el tejido empresarial requiere. Estas preinscripciones tanto para grado medio como para el superior se inician el 23 de mayo hasta el 30 del mismo mes. Desde el año pasado el orden de asignación de plazas viene marcado por la nota de corte (ya publicadas las del año pasado en el portal Gencat). Para los jóvenes que quieren iniciar un ciclo superior el próximo curso, la familia profesional también juega un papel importante en la asignación de plazas, que se llevará a cabo en tres rondas durante todo el mes de julio (acceder aquí).

La orientación académica y profesional juega un papel crucial en la reducción del abandono escolar y en la mejora de la empleabilidad de los jóvenes. Según estudios de la OCDE, los adolescentes que participan en actividades de orientación tienen más probabilidades de obtener mejores resultados laborales en el futuro. Además, una orientación efectiva contribuye a una mayor equidad educativa, ya que proporciona a todos los estudiantes, independientemente de su contexto socioeconómico, las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas sobre su futuro.

Desde la Fundació Impulsa integramos la orientación académica y profesional dentro de nuestro método de acompañamiento a los jóvenes Impulsers.

La mentoría social, un acompañamiento que transforma vidas

Un cuarto de los jóvenes españoles se siente solo, y el 69% lo ha sentido alguna vez, según un estudio realizado por el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada – SoledadES a jóvenes de entre 15 y 29 años. Los factores que contribuyen a esta soledad son variados y, tal como se pone de manifiesto en el artículo “Jóvenes, pantallas y pedagogía: un triángulo de matices”, las redes sociales y la falta de conexiones interpersonales profundas son uno de los componentes que contribuyen a esta soledad, pero también lo son el estrés académico y laboral, así como los cambios en las estructuras familiares y sociales, que reducen las oportunidades de los jóvenes para establecer vínculos sólidos y duraderos, y se convierten en un desafío que requiere atención y medidas para revertir la situación.

En este contexto, la mentoría social emerge como una respuesta comunitaria efectiva para mitigar los efectos de esta soledad entre los jóvenes. Lo explica la directora de la Asociación Punt de Referència, Rita Grané: “Nosotros, que trabajamos con jóvenes, vemos últimamente que, cada vez más, hay importantes sentimientos de soledad no deseada, y la mentoría rompe estas soledades y relaciona a las personas, crea redes, y esto facilita mucho la inclusión comunitaria”. Una inclusión que tiene efectos directos también sobre el crecimiento humano de los jóvenes, tal como asegura Grané: “Hemos hecho estudios de impacto y sabemos que la mentoría mejora la autoestima y la autoconfianza; y si mejoramos esto, mejoran las expectativas y también el éxito educativo, lo que permite alcanzar un proyecto de futuro y generar una red relacional, con las correspondientes oportunidades que esta red ofrece en muchas ocasiones. Además, hay que tener en cuenta que también supone una mejora en la salud mental, ya que el hecho de saber que tienes una persona a tu lado te aporta equilibrio, y esto te ayuda a poder finalizar unos estudios, porque tienes quien te acompaña a mantener el esfuerzo que supone estudiar…”.

“La mentoría rompe estas soledades y relaciona a las personas, crea redes, y esto facilita mucho la inclusión comunitaria”

Así lo ha vivido Iman, joven mentorada de la Fundació Impulsa: “Recuerdo que tenía una muy mala racha de suspensos en una asignatura y quería dejarla para el año siguiente, pero mi mentora me animó, y sentí que confiaba tanto en mí que pensé que tenía que conseguirlo; puse muchas ganas y al final lo logré. Saber que tienes a alguien que te acompaña y se preocupa por ti hace que no te sientas sola y ayuda mucho a conseguir lo que te propones”, asegura. Unas declaraciones que comparte la responsable psicopedagógica de la Fundació Impulsa, Sandra Llinares, quien pone de manifiesto la importancia de entender la mentoría desde una visión transversal: “El éxito del Método Impulsa se debe al hecho de que entendemos el acompañamiento a los jóvenes de manera global: damos un apoyo económico que ayuda con los gastos de los estudios, pero también estamos muy presentes en el acompañamiento emocional y personal de los jóvenes. Esto lo hacemos a través de la mentoría y también con formaciones para mejorar habilidades importantes, como la organización, la gestión del tiempo o la comunicación. Lo que realmente funciona es que no solo nos centramos en el hecho de que los jóvenes estudien, sino que también los ayudamos a confiar en ellos mismos y a saber afrontar los retos. El equipo técnico es clave en todo esto, porque asegura que el programa mantenga coherencia y calidad, centrándose siempre en las necesidades individuales de cada joven. Todo esto hace que los jóvenes salgan más preparados para afrontar los retos personales y profesionales que se encontrarán en el futuro”. Precisamente por este método, la Fundació Impulsa ha recibido el sello de la Coordinadora de Mentoría Social, que certifica que el programa de mentoría sigue unos estándares rigurosos que aseguran que la relación mentor-joven sea provechosa, tal como explica Llinares: “Contamos con un programa bien estructurado, con objetivos claros para cada joven y para cada relación de mentoría; impartimos mucha formación y acompañamiento a los mentores, para que se sientan seguros y preparados; y evaluamos constantemente cómo evolucionan las relaciones y cómo impactan en los jóvenes, y si algo no funciona, hacemos los ajustes necesarios. El sello avala que trabajamos con una metodología de calidad y con mucho rigor. Esto nos anima a seguir mejorando y ayudando a más jóvenes a construir su futuro”, asegura.

“Saber que tienes a alguien que te acompaña y se preocupa por ti hace que no te sientas sola y ayuda mucho a conseguir lo que te propones”

Justamente con esta premisa también se trabaja la mentoría del Projecte Rossinyol de la Universidad de Girona (UdG). Lo explica su coordinador, Òscar Prieto, quien además destaca la importancia del acompañamiento, especialmente en jóvenes recién llegados. En el caso de los adolescentes que llegan a Cataluña, el proceso de adaptación al nuevo contexto es difícil, y el hecho de tener una persona cercana que genera un vínculo de confianza hace que se sientan más seguros en relación al idioma, y contar con un espacio seguro donde compartir preocupaciones también los ayuda en su adaptación. Desde el Projecte Rossinyol, todo este acompañamiento se trabaja desde una óptica de ocio, ya que el trabajo inicial consiste en generar vínculo, y poco a poco se van introduciendo otros aspectos educativos”, explica. Un vínculo que, a su vez, contribuye a romper estereotipos, tal como afirma Karlos Ordóñez Ferrer, coordinador de proyectos de Mentoría Social de SOS Racismo Gipuzkoa, una de las pocas entidades españolas que cuenta con la acreditación de mentoría social: “Nosotros empezamos a hacer mentoría social en 2014: vimos que en Cataluña ya había proyectos que lo hacían y que tenían muy buenos resultados, y nos pareció interesante nutrirnos de iniciativas como las de Punt de Referència o el Projecte Rossinyol de la UdG, entre otras, para utilizar la mentoría social como herramienta para poner en contacto directo a la población autóctona con la recién llegada, y convertirse así en una herramienta poderosa para romper estereotipos, discursos de odio… Muchos niños y niñas recién llegados viven situaciones de vulnerabilidad en las que sus familias no pueden ayudarles lo suficiente y tienen una sensación de soledad que les dificulta hacer amistades, porque los parámetros, los valores y los elementos de comunicación son distintos. Frente a estas realidades, la mentoría les facilita una vía de comunicación para afrontar situaciones de frustración, inseguridad, y la autoestima es un aspecto que se trabaja mucho a partir de tener este acompañamiento de alguien que no pertenece a su entorno directo, pero con quien se genera una comunicación muy intensa y confidencial que permite al menor contar con un espacio de seguridad”. Esto es así porque, además, la mentoría social, según Ordóñez, también tiene un carácter preventivo: “Tenemos estudios que muestran que los menores que han pasado por programas de mentoría social tienen menos probabilidad de caer en riesgos relacionados con las drogas y un mayor porcentaje de estos jóvenes continúa sus estudios y se plantea cursar estudios superiores”, asegura.

«La mentoría social (…) es una herramienta poderosa para romper estereotipos, discursos de odio, etc…»

Así lo demuestran también los datos facilitados por Punt de Referència, y es que las cifras hablan por sí solas: el 85% de los jóvenes tutelados y extutelados que han recibido acompañamiento y refuerzo educativo por parte de una persona voluntaria se plantea continuar estudiando; el 95% afirma que, gracias a la mentoría, ha mantenido la motivación por los estudios; y el 100% afirma que ha aprendido a sacar mejores notas en trabajos y exámenes. Unos datos de éxito que comparte también la Fundació Impulsa en su ámbito de actuación con jóvenes: el 80% de los jóvenes que acompaña Impulsa se gradúan, el 93% se preinscriben en un CFGS (Ciclo Formativo de Grado Superior) y, según la encuesta Alumni 2024, el 86% de los graduados trabaja, y el 64% desarrolla tareas relacionadas con sus estudios. Unas cifras detrás de las cuales hay historias de superación personal, tal como explica Sandra Llinares: “Para muchos jóvenes con entornos complicados, el hecho de graduarse es un reto enorme que no sería posible sin el apoyo técnico y el esfuerzo de los mentores. Esta red de apoyo es clave para garantizar que los jóvenes puedan construir un futuro prometedor. Sin embargo, el éxito no se mide solo en porcentajes; el éxito también es estar al lado de los jóvenes que no logran formar parte de ese 80%, y cada caso se trabaja de manera personalizada, buscando soluciones adaptadas y conectándolos con otras entidades que puedan ofrecerles apoyo. Acompañarlos, respetar sus ritmos y dejar las puertas abiertas para que, si deciden retomar los estudios, sepan que no están solos, es la definición de éxito de esta iniciativa. Porque el objetivo final es que ningún joven se quede atrás”, manifiesta.

“El 95% de los jóvenes afirma que, gracias a la mentoría, ha mantenido la motivación por los estudios”.

Y con este objetivo se desarrollan los programas de mentoría, que, para tener éxito, requieren una buena planificación inicial, tal como detalla Llinares: “La clave para tener una mentoría de calidad es hacer bien todo el proceso desde el principio. Seleccionamos a los mentores con mucho cuidado. Nuestros mentores tienen ganas de acompañar a un joven y tienen las habilidades para hacerlo: paciencia, empatía y ganas de escuchar. Les damos una formación específica para que sepan cómo acompañar al joven y cómo gestionar situaciones complicadas, y estamos a su lado durante todo el proceso, haciendo un seguimiento tanto de los mentores como de los jóvenes, para asegurarnos de que la relación funcione, que todos estén cómodos, que tejan vínculo y la relación avance”. Así lo ha vivido Berta Baulenas, mentora de una joven Impulser: “Hace seis años que soy mentora en la Fundació Impulsa, y solo tengo palabras de elogio para el equipo que hay detrás, gracias al cual la mentoría se convierte en un pilar muy sólido para apuntalar un propósito que me parece encomiable. Pienso que precisamente el éxito del Método Impulsa es fruto del esfuerzo y la dedicación del equipo que hay detrás, el cual vela por la formación de los mentores, por el acompañamiento y por la profesionalidad, buscando siempre la excelencia. Como mentora me he sentido siempre muy acompañada por parte de Impulsa y pienso que trabajamos siempre por un mismo objetivo. He tenido una profesión en la que siempre me he dedicado a los demás y considero que siempre he recibido más de lo que he dado, y con la mentoría social me pasa exactamente lo mismo: considero que ayudar a los demás es la mayor satisfacción que podemos tener”, afirma. Esto es porque los beneficios de la mentoría son bidireccionales, ya que la mentoría también tiene un impacto en las personas voluntarias que dedican su tiempo a hacer este acompañamiento, tal como asegura Prieto: “Las personas mentoras a veces te dicen que son ellas las que realmente aprenden, y valoran mucho los beneficios que les aporta hacer mentoría: desarrollar empatía, la responsabilidad de tener una persona con quien generar procesos de aprendizaje y acompañamiento, reflexionar sobre las propias incoherencias… Además, hay que destacar que, según diversos estudios, la mentoría se convierte en un elemento transformador: hacer mentoría facilita una ciudadanía más activa socialmente y nos ayuda a crear una sociedad más resiliente”.

La mentoría es una estrategia valiosa para la inclusión social, especialmente para personas en situación de vulnerabilidad. Con el acompañamiento psicopedagógico adecuado, los mentores pueden ayudar a los mentorados a descubrir su potencial, superar obstáculos y construir un futuro más esperanzador. Una realidad que, como reivindica Ordóñez, debería contar con mayor respaldo institucional: “Combatir la soledad no deseada y, por tanto, garantizar el derecho al acompañamiento debería ser un derecho básico universal: la mentoría social está estrechamente ligada a la salud mental, a romper con la soledad no deseada y a cohesionar la sociedad. Es una herramienta que ha demostrado su eficacia y que ofrece buenos resultados. Necesitamos que las instituciones la apoyen para que desde las entidades podamos llegar más lejos. Es clave poder seguir haciendo mentorías de calidad, y para ello necesitamos el compromiso de toda la sociedad”, asegura. Y es que los casos de éxito y los datos rigurosos demuestran que invertir en programas de mentoría no solo transforma vidas individuales, sino que también enriquece las comunidades y la sociedad en su conjunto.

Esbelt, una nueva Organización Impulsora Honorífica con un compromiso sólido con los jóvenes y el territorio

Esbelt, empresa líder en el sector de las bandas transportadoras y con 55 años de experiencia, destaca por su apuesta por la innovación, la sostenibilidad y el compromiso social. Con estos valores, que se alinean plenamente con los de la Fundación Impulsa, Esbelt se suma como Organización Impulsora Honorífica.

Su colaboración pretende mejorar la educación de los jóvenes y apuesta directamente por el futuro talento de su territorio más cercano. De hecho, Esbelt participó el pasado noviembre en el Speed Dating organizado conjuntamente con la OPE Manlleu de este curso 2024-2025. Una acción que tuvo muy buena acogida por parte de los jóvenes, ya que les ofreció una experiencia real para practicar entrevistas y conocer mejor las necesidades del mercado laboral. Para las empresas participantes también fue una muy buena oportunidad. En el caso de Esbelt, uno de los jóvenes que entrevistaron empezará a hacer prácticas en la empresa en las próximas semanas, y es posible que no sea el único.

En este sentido, este no es el primer curso que Esbelt colabora con la Fundación, el curso pasado ya apoyó a Impulsa participando en la campaña de adquisición de ordenadores para los jóvenes de la entidad.

Desde la Fundación Impulsa queremos dar las gracias a Esbelt por su compromiso con nuestro proyecto, poniendo en valor que su aportación contribuye a hacer posible que jóvenes en situación de vulnerabilidad socioeconómica puedan estudiar un Ciclo de Formación Profesional y llegar al mundo laboral en las mismas condiciones.

Confiamos en los jóvenes

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